La reciente llamada del diputado Pedro Casares, a través de este medio, a que los políticos se traten entre sí con más respeto, es oportuna, pero me temo que será estéril. Aparte de mala educación, etc., hay odio de unos políticos a otros, un odio que además es sentido como legítimo y de necesaria expresión pública. Recordemos el rifirrafe entre Pablo Iglesias y C. Álvarez de Toledo, en que él se dirigió a ella en términos de marquesa, y ella contestó con lo del padre terrorista; bajo las palabras de ambos se adivinan sentimientos que son inconvenientes para representantes públicos. El problema es que efectivamente "representan" el sentir de muchos y, al menos una parte de su ser, piensa que el pueblo debe tener "una justa representación" de ese sentir, y que ya está bien de que el otro exista, en este país. No se cree realmente en la democracia cuando uno se siente justificado para usarla como mera apariencia amparado en que "el otro en el fondo no cree en la democracia".
Adolfo Palacios para Cartas al Director de El Diario Montañés.
Efectivamente y por desgracia, se está creando o quizás esta reapareciendo entre nuestros representantes políticos, al margen del mal ejemplo y pésima educación que demuestran, un sentimiento de "odio" que, desgraciadamente, se traslada a los representados (el pueblo).
ResponderEliminarYo no pienso, como otros, que estamos en la antesala de una nueva "guerra civil". Al menos no como la anterior. Hace tiempo que las guerras ya no son como las de antes, donde morían muchos ciudadanos en el nombre de algo o alguien que nunca estaba en el frente de batalla, sino que "manejaba los hilos" y en consecuencia al pueblo, con una finalidad que convenía al "clan" al que ellos pertenecían (religioso, político, etc). Pero, repito, ese tipo de guerras donde los muertos se contaban por miles, ni existen ni van a existir. Las guerras modernas están empezando a librarse entre grupos/ciudadanos que piensan distinto y esas diferencias se resuelven con atentados terroristas.
Pues, leyendo esta reflexión de Adolfo, pienso que a España, ésta nuestra España a la que cada uno abraza a su manera (bandera, fronteras, progresismo, etc), le está ocurriendo algo que si no obedece fielmente a lo que he dicho, se le parece mucho.
Y de esta situación, la culpa la tienen nuestros representantes, como muy bien dice Adolfo. Ellos, con sus insultos, falta de respeto y horrorosa educación, están polarizando a la sociedad. Una sociedad en la que, desgraciadamente, aún tiene el recuerdo de la guerra civil en la retina y lo que espeor (porque combatientes de aquella ya casi no quedan), les están trasmitiendo a sus "nuevas generaciones" el odio que unos contra otros han mantenido en su recuerdo.
Lo que quiero decir, es que, como estos políticos de pacotilla no cambien de proceder, estamos creando un embrión de guerra civil (moderna, eso sí), a la que sabe Dios donde llegaremos.
Me podrán llamar catastrofista o lo que quieran, pero, quien lo haga, que se moleste en colorear esta polarización de extrema derecha contra el resto de Europa, en el mapa de nuestro viejo continente (yo ya lo he hecho y me asusta).
Termino haciendo una reflexion/comparación con el Parlamento Britanico: claro que allí se chillan y se dicen de todo. Pero ellos saben lo ques un parlamento y una democracia desde hace tantos años, que nunca llegaran a llevar a cabo lo que estamos viendo de forma repetida en el nuestro.