Los Reyes Magos, en un monumental despiste, posiblemente motivado por su avanzada edad, se han olvidado un camello en un balcón de un conocido barrio de Los Corrales de Buelna. El propietario del piso, tras contactar con ellos, ha recibido una comunicación de sus majestades en la que se le invitaba a alimentar al camello hasta el año próximo en que pasarán a retirarlo, porque no pueden retroceder, dado que continúan por otra parte del mundo repartiendo regalos. Se han comprometido a recompensar el sorprendido vecino con un regalo extraordinario para el año venidero, compensando así los gastos de manutención.
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