Con todo el respeto, creo que podemos decir que, una vez que hay democracia, las víctimas de la dictadura franquista juegan con cierta ventaja. Y es que podemos investigar los crímenes, o buscar los cuerpos, pero no sabemos qué habría ocurrido si hubiera ganado el otro bando (asumiendo que hubo dos bandos): ¿habría habido represalias, purgas, persecuciones? Como no puede saberse, es fácil decir: "A mi padre le mataron, luego todos los que eran como mi padre eran buenos". Las posguerras civiles se lo ponen en bandeja a quienes propenden a una visión maniquea. Y creo que ésa es una razón por la que, algunos que no se identifican con la II República, sienten ahora cierta injusticia. Pero está bien el esfuerzo que han hecho países en trances similares, en no dejar caer en el olvido su pasado y compensar lo que se pueda.
Adolfo Palacios en Caras al Director de El Diario Montañés.
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