Aun siendo amplio el concepto de arte, podemos decir que sobran cuadros y canciones. Una vez que un artista se mete a vivir de ello, se encuentra abocado a seguir produciendo. El público también lo espera, pues él "es artista". Se debería crear sólo en la medida en que se sienta la necesidad de plasmar, mostrar quizá, lo que la inspiración sugiere. Y lo mismo valdría para la interpretación, en artes escénicas. Eso no quita para que se realicen obras por encargo: el autor puede verse así espoleado, y aceptar de buen grado el aprovechamiento de su creación. Pero el mundo se ha inundado de obras, presuntamente satisfactorias para sus autores, que lo que hacen es hurtar, al "genuino" arte, ese espacio alrededor, que le es necesario para que la obra transpire y pueda despertar en nosotros verdadero interés por comprenderla. La menguante presencia de la naturaleza en la vida de los jóvenes, y el exceso de arte que reclama atención, creo que perjudican el gusto y la sensibilidad. Por ello, un artista debería vivir de otra cosa. Lo que no impide que le paguen, claro, por lo que hace.
Adolfo Palacios para Cartas al Director de El Diario Montañés.
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