Hay personas tan afortunadas, que son propietarias de su cuerpo, hasta el extremo de hacer libremente con él lo que quieren. Suelen hacer gala de ello, principalmente, aquellas personas defensoras del aborto libre, tratando de justificar así tal decisión. Yo, sin embargo, no he podido permitirme ese lujo, por lo que el mío es solamente prestado. Es más, con la edad que tengo, probablemente dentro de no mucho tendré que devolverlo. Durante este tiempo, he procurado ser un buen "inquilino", tratando de cuidarlo al máximo, para retornarlo en las mejores condiciones posibles, en señal de agradecimiento a quien me lo prestó gratuitamente durante mi estancia aquí.
De todas formas, este mundo está lleno de ironías, dándose la curiosa circunstancia de que todos los que están a favor del aborto, lo hacen desde la privilegiada situación de haber nacido previamente, ya que en caso contrario no habrían tenido nunca la oportunidad de hacerlo.
A. José Salas en Cartas al Directos de El Diario Montañés.
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