Recuerdo cuando los políticos ganaban las elecciones y prometían ser "el presidente de todos los españoles". Y lo oíamos como quien oye algo bueno. O al menos yo así lo oía, pues ahora me pregunto cuántos más lo percibían así. Con la política de trincheras, los trasfondos de odio, y esa visión del oponente como adversario que a partir de cierto momento (¡vaya con la "nueva política"!) han impregnado el ambiente, algunos parecen ahora decir: gobernaré ya por fin para los pobres, o para las mujeres, o para los españoles verdaderos... El tradicional eslogan ya no vende, hemos llegado a que la pretensión de gobernar para todos suene a ingenuidad, o a mantener la injusticia; y que lo necesario sea tomarse ya la revancha. Según un estudio reciente, España es el quinto país más polarizado del mundo. Menos mal que cada vez menos gente tiene preferencias políticas.
Adolfo Palacios para Cartas al Director de El Diario Montañés.
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