No sé si les pasará a ustedes, pero yo me encuentro muchas veces con conocidos, a los que no veía dese hacía tiempo, y veo que siguen teniendo los mismos defectos, los mismos evidentes defectos de carácter que tenían antaño. Quizá incluso incrementados. El uno es un pesado, el otro se empeña en hacerse el imprescindible, el otro no escucha, el otro quiere que le des la razón en todo... Lo que más abunda es, creo, el estar preso de una autoimagen que no quieren que les rompas. Y me digo: ¿para esto le ha servido la vida? ¿Nadie le habrá dicho nada? Si ya se tendría que haber dado cuenta por sí mismo... ¿Ocurrirá esto en todas las regiones españolas, en todas las clases sociales, en todas las culturas? Pero, ahora que lo pienso: oh, cielos, ¿me pasará a mí lo mismo y no me doy cuenta?
Adolfo Palacios para Cartas ak Director de El Diario Montañés.
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