Me enseñaban de pequeño que había que hacer el bien y evitar el mal. Y cuidar la coherencia. Después, llegó a mis oídos el dicho de "Es bueno tener amigos hasta en el infierno". Y recibí también este consejo de un conocido: "No te enemistes con ese colega estúpido tuyo, que el día de mañana puede ser tu jefe". Y más tarde he visto que Joe Biden acabó dando la mano amistosamente a Mohamed Bin Salman, que Arabia Saudí se ha acercado a Israel, que Pedro Sánchez se ha reunido con Puigdemont, y que Feijóo también iba a ver a Puigdemont, y hasta le ha encontrado alguna virtud... Algunos insisten en que el fin no justifica los medios, pero ya me parece claro que no es cuestión de todo o nada; que depende de lo importante que llegue a ser para uno el fin, y del valor o la creatividad de que dispongas para buscarte otros medios que salven, a ser posible, la coherencia, y no acaben traicionando ese fin. Podríamos añadir: y del estómago que tengas para tragar sapos.
Adolfo Palacios para Cartas al Director de El Diario Montañés.
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