Desde la inauguración del árbol el pasado día 5 de diciembre, la Guardia Civil ha establecido dispositivos de vigilancia con el objetivo de garantizar la seguridad ciudadana ante la gran afluencia de personas.
En estos dispositivos, los agentes observaron diversos vuelos de drones en las inmediaciones del lugar donde está ubicado el adorno navideño (el árbol más alto de Europa), lo cual creó un riesgo hacia las personas debido a la gran aglomeración de público que lo visita.
Los agentes, al detectar estos aparatos, procedieron a la identificación de los pilotos y a la comprobación de la documentación aportada por los mismos, pudiendo verificar que o bien carecían de la autorización operacional obligatoria para realizar este tipo de actividad aérea, o no habían comunicado dichos vuelos al Ministerio de Interior, o carecían de seguro o titulación de piloto.
En uno de estos vuelos no autorizados, el dron impactó en el árbol, quedando incrustado en su estructura a una altura de 57 metros. Esto paralizó las visitas hasta que los técnicos pudieron retirar el aparato.
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