MIGRACIONES Y MESTIZAJE

No tengo nada contra las migraciones, pero hay que corregir ese discurso de que han sido una constante en la especie humana. Claro que las ha habido, pero ¿han pesado más que el residir en territorios fijos? Sin la estabilidad, los chinos, los africanos, y los nórdicos, no habrían llegado a ser tan diferentes. No existiría, mismamente, la típica cara de catalán, o de galleguiña. O la fisonomía vasca, pasiega, canaria... No habría esas diferencias idiomáticas, tan marcadas a veces, en distancias de pocos kilómetros, como ocurrió siempre entre los valles cantábricos, o entre las aldeas andaluzas, ¡y entre los antiguos barrios de Santander! Además, el desplazarse no implica necesariamente mestizaje (caso de los gitanos). El ser humano se ha movido, sí, a veces mucho y con vocación: los romanos, los tártaros. Pero tampoco ha tenido problema en quedarse siglos y siglos en lugares que, por cierto, a veces no son nada confortables y lo más lógico parecería que se hubieran ido.

Adolfo Palacios para Cartas al Director de El Diario Montañés.