MERCENARIOS EN EL TRABAJO

Tampoco hay que dotar de mística al concepto de vocación, pero se es demasiado permisivo con el trabajo "en modo desapego"; y me refiero a trabajos que no son necesariamente penosos ni mal pagados. Y es que hay músicos de orquesta, sin amor a la música, cuyo virtuosismo da el pego en las actuaciones contratadas, hay médicos que no se molestan en leer estados de ánimo, o hay futbolistas potentes, pero sin ganas, a quienes sus equipos utilizan tan solo para marcar goles, que es lo que da dinero. Todo deviene así dinero, lo cual marchita el ambiente y el futuro de una sociedad, porque no disfrutar trabajando es descalificar la mitad de la vida. Algunos lo justifican diciendo: "al fin y al cabo es un trabajo como otro cualquiera", pero eso ya de por sí ya degrada el concepto general del trabajo, que nunca debería ser llamado "curro", por respeto a los conciudadanos, a quienes todo trabajo sirve, ¿o quieren que les paguen el sueldo por su sangre hidalga? Por eso es buena noticia, ahora en la enseñanza, que los decanos se estén planteando reformar y mejorar el máster de especialidad para profesor de secundaria. 

Adolfo Palacios para Cartas al Director de El Diario Montañés.