Encuesta tras encuesta, todas vienen a confirmar que los políticos son uno de los tres problemas principales para los españoles. Creo que el desprestigio es bien merecido y lo aumentan día a día con sus actos y sin visos de cambiar la tendencia. Antes de que nadie me replique quiero manifestar que yo también creo que hay políticos honestos, competentes y trabajadores, pero ¡qué difícil es encontrarlos!
Hay detalles que, aunque de pequeñísima importancia, demuestran el comportamiento político de nuestros representantes o aspirantes a serlo. El pasado día 13 El Diario Montañés publica en primera página que el puente sobre el Río Saja, inaugurado 'in extremis' el 28 de marzo -fecha en que finalizaba el plazo permitido por la LOREG-, había sido cerrado días después para terminar las obras. Estos actos electoralistas, que tienen como único fin hacerse la foto, son tan ridículos que, insisto, a pesar de su poca importancia hacen que ese sentir de desprestigio hacia la clase política cada vez sea mayor. Si a esto le sumamos los pactos 'pre' y 'pos' electorales, cuyo único fin es repartirse los sillones, ese sentimiento aumenta cada día más.
Posiblemente peque de utópico, pero pienso que este problema tiene solución: modificar la Ley Electoral, imponer listas abiertas y segunda vuelta en las elecciones. La situación cambiaría radicalmente. A muchos de los que vemos en primera fila en las fotos, a los que se benefician de sus privilegiados cargos, etc. ¿quién les votaría? Seguramente ni sus familiares más cercanos. Señores políticos, ¿por qué no cambian la ley? La respuesta está muy clara. A muchos mediocres se les acabaría el «momio» y lógicamente no les interesa. Así de sencillo.
Fuente El Diario Montañés
Posiblemente peque de utópico, pero pienso que este problema tiene solución: modificar la Ley Electoral, imponer listas abiertas y segunda vuelta en las elecciones. La situación cambiaría radicalmente. A muchos de los que vemos en primera fila en las fotos, a los que se benefician de sus privilegiados cargos, etc. ¿quién les votaría? Seguramente ni sus familiares más cercanos. Señores políticos, ¿por qué no cambian la ley? La respuesta está muy clara. A muchos mediocres se les acabaría el «momio» y lógicamente no les interesa. Así de sencillo.
Fuente El Diario Montañés
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