María Fernández Pérez-Rasilla falleció en el día de hoy domingo 16 de octubre a los 92 años de edad, dejando tras de sí una estela de ejemplos para todas las generaciones y una historia que no se olvidará. Este domingo dejaba huérfano a un pueblo que la había nombrado en 2007 como su primera Hija Predilecta.
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¡ Descansa en Paz, Maruchi ! Y siempre estarás en nuestro corazón.
ResponderEliminarQué decir de Maruchi... quienes bien la conocimos y que tanto la debemos (por sus cuidados médicos y afecto personal)solamente podemos llorar su pérdida y recordar su paso por nuestras vidas y por Los Corrales de Buelna.
Considero que se merece un gran homenaje y físico recuerdo perenne en su Los Corrales... Una estatua en el Campo de Silos ( Hoy La Pelá )donde estaba el Anbulatorio donde tanto bien nos hizo, no estaría nada mal...
No hablo, aunque bien conozco, de sus excelentes obras una vez jubilada como ATS, otros lo harán, prefiero recordar sus años como enfermera, tanto en NMQSA como en mi querido Ambulatorio ( pegado a mi casa, por cierto , siempre con su impecable uniforme blanco ( pocas veces la veíamos en ropa de calle... porque siempre estaba trabajando, su vocación de servicio a los demás no conocía el descando )... ¡ qué gran mujer y qué excelente persona !
Querida Maruchi, NO TE OLVIDAREMOS NUNCA Y ... ¡ CUIDA DE NOSOTROS DESDE ALLÁ !
Te quiere.......... Pedrito
Realmente, estoy de acuerdo con Pedrito, Maruchi fué una mujer excepcional, vocacional, poco que añadir.....
ResponderEliminarYo creo que cualquier Dios ó todos los Dioses del cielo, te sentarán a su lado, y porque ahora estés con ellos, no nos olvidaremos de tí.....,realmente hoy en esta sociedad llena de egoísmo, las personas que hacen algo por los demás merecen un regalo especial, y es nuestra admiración.
Maruchi, muchas gracias, de todo corazón, por todo lo que hiciste en vida por nosotros y los otros, sin rango ni distinciones, siempre en la brecha..... gracias y hasta pronto..
Te saluda otro Campuzano.
Compartimos lo escrito arriba por los Campuzano y nos unimos al dolor de la familia de Maruchi y de todo el Valle de Buelna, donde tanto bien nos regaló.
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