El ejercicio se asocia con una disminución en el riesgo de padecer muchos tipos de cáncer. En los estudios epidemiológicos, las personas que se ejercitan con regularidad son menos proclives a desarrollar o morir por esta enfermedad que quienes no lo hacen.
Ahora un nuevo estudio con ratones puede ofrecer algunas pistas sobre la paradoja ejercicio-cáncer. Esta investigación sugiere que el deporte puede cambiar la manera en que el sistema inmune lidia con el cáncer, al elevar la adrenalina y otras sustancias químicas se activan y pueden reducir la gravedad del cáncer o vencerlo del todo. [Ver artículo completo en The New York Times]
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