La creatividad es ese concepto moderno que nunca se les pasó por la cabeza a los grandes creadores. Hay quien dice hay que fomentarla en la escuela; yo creo que la escuela no es el lugar de la creatividad (yo nunca la eché en falta en la escuela, y eso que nunca me faltó en mi vida exterior, donde sí se me hacía imprescindible, por cierto), pero eso no quiere decir que deba estar ausente de ella.
También se suele oír que la escuela, o la sola enseñanza, matan la creatividad, que los niños pequeños son muy creativos. Nunca lo he visto. Lo que veo es que hay poca creación en los adultos, y pocas ganas de ejercerla; así que, de buscar un culpable, creo que sean más bien estos.
La creatividad verdadera no se deja matar así como así. Howard Gardner, gran conocedor del tema, dice que por cada niño que inventa algo hay docenas que se limitan a repetir más o menos bien lo que se los ha enseñado.
Cierto que hay entornos o culturas que parecen más favorecedores de la exploración y la creación. O quizás fueran entornos fundados por personas creativas: ¿cuestión de genética, entonces?
Adolfo Palacios González, en Cartas al Director, de El Diario Montañés
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