Hoy me he preparado un prometedor día deportivo. Dentro de poco más de una hora, participaré en la carrera solidaria “Corre por Siria”, que discurre por la bahía de Santander y la península de la Magdalena. Ya con este recorrido merece la pena participar.
No contento con ello, me he dispuesto un final de fiesta deportivo (lo pide el guión así), en el que la guinda la pondrá el que nada más terminar la prueba, como hace un día precioso, tengo intención de darme un baño en el Sardinero. Para agilizar trámites, he llevado el coche a primera hora de la mañana, para asegurarme el aparcamiento en las proximidades de meta. De esta forma, nada más acabar la carrera puedo poner rumbo hacia el chapuzón final de prueba.
La vuelta la he hecho en una bicicleta del servicio municipal, que me ha permitido poder parar y sacar, desde el Centro Botín, este precioso amanecer, que quiero compartir contigo.
Espero dejar bien el pabellón corraliego.
Espero dejar bien el pabellón corraliego.
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