La San Silvestre corraliega se va superando año tras año en organización y participación. En esta ocasión la mañana acompañó y disfrutamos de un excelente día, que yo denominaría también del reencuentro entre amigos. Solemos ser varios los que nos desplazamos desde distintos lugares con motivo de la celebración de esta prueba con la sana intención de pasar una mañana practicando senderismo y haciéndolo con amigos a los que hace tiempo que no vemos, primando un ambiente familiar y festivo.
En esta ocasión lo hice con Fifi, Fermín y Juanjo, que es con los que aparezco en la imagen de la salida, a los que luego se unión Agustín. En los prolegómenos también pude ver fugazmente a Bustara, Ignacio Mantecón, Bardi, con la furgoneta, siempre a disposición de cualquier causa solidaria, que en esta ocasión era recoger alimentos donados por los participantes. Tampoco faltó a la cita Carlos Lavín, el imprescindible locutor de cualquier acto que se precie en el valle.
Aunque eché en falta a Miguel Ríos, no faltaron a la cita dos de los habituales reporteros gráficos y allí estaban apostados con sus cámaras, para recoger los momentos más importantes de la jornada, como son César ‘El Chileno’ y Ramón Ceballos. También pude ver a otros habituales en estos eventos, como Matías Varela, Conrado, Ana Ruiz o Juan Carlos Lucio. Me consta que también estuvo el animoso grupo de las quedadas de los sábados alrededor del valle, Asun, Ana y Eduardo, Serafín y Reyes, o los Fernández: Isidro y el siempre animoso Emilio, a los que en esta ocasión no pude ver.
La jornada discurrió entre anécdotas que nos remitieron a tiempos pasados, que hicieron más llevaderos los 15 kilómetros de la prueba, reforzando los lazos de amistad y deseos positivos para el año 2018.
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