Luis Roldán, resultó que de vida espartana y espíritu de entrega no tenía nada, y por culpa de él salía perjudicada la tropa. El padre Maciel, resulta que predicaba la castidad y luego aquello era un lenocinio. Y luego había una monjita que por lo visto robaba bebés y se los daba a familias ricas. Pepe el del Popular, resulta que todo el mundo sabía lo suyo pero lejos de denunciarle, le imitaban. Las cajas de ahorro, la banca, por el camino machacaron la inocencia del cliente y se ajustaron la corbata. Rajoy, resultó que no le apetecía ir al desfile de las Fuerzas Armadas y no tenía inconveniente en manifestarlo. Aquel rey, resultó que, por puro aburrimiento, mataba elefantes, en época de crisis y a cuenta de los impuestos de los currantes, abdicando luego con mucha prisa y poca nobleza. Teddy Bautista, resulta que de amor al arte no tenía tanto. Pablo Iglesias, resulta que en poco tiempo ha encontrado dinero y tiempo para gastarlo en un chalet en la sierra, para sí mismo. Rivera, resulta que la eliminación de los fueros no era tan importante. Y así llegamos a un país desmovilizado, un baile de esqueletos donde la sonrisa no es, por ejemplo porque tengas al sol de frente, sino por las encías descarnadas.
Adolfo Palacios González, en Cartas al Director, de El Diario Montañés.
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