Si hay algo que te da la edad es el entender que no era tan difícil esto de ser feliz.
Que uno puede equivocarse cada día.
Que los errores los comete el que toma decisiones y que es divertido así porque el mundo pertenece al que hace la llamada. La edad te da el entender que el amor y el respeto no son inquebrantables.
Que no hay que preocuparse más de lo necesario.
Que los problemas se afrontan y las soluciones llegan.
Y a veces hay que elegir la menos mala y que incluso estas veces tampoco pasa nada.
Que no debes esperar recibir en la misma medida que das.
Que cada uno es dueño de lo que tiene y de lo que regala, y que no hay nada como entregar con los ojos cerrados.
Que no se puede obligar a querer y que el desamor tiene cura. Que nadie es insustituible y que hay millones de personas en el mundo para darle tanta importancia a una.
Que debemos disfrutar cada momento y coger cada oportunidad. Pero que la felicidad a menudo no es un dónde ni un cómo, es tan solo un con quién. Y que a veces el con quién no eres más que tú.
Que hay quien llega a tu vida y se queda y quien estaba y se va. Que el amor y el respeto no son inquebrantables y que a menudo hay que soltar las cuerdas.
Que debes hacer lo que quieras. Que vivir es una aventura donde tú pones las normas, pero que si vas acompañado tendrás que saber turnarte para llevar el timón.
Que nunca debes dar todo por sabido, que no hay nada para siempre y que los años te van borrando los ‘esto nunca’.
Que el mundo está lleno de valientes plagados de moratones y de cobardes intactos, pero que cada herida cuenta una historia que ha merecido la pena.
Que el verdadero valor está en lo que ha sido luchado aunque, en ocasiones, no todo esfuerzo tenga su recompensa.
Que no hay que subestimar a nadie, que de todo el mundo se aprende, pero que hay que pararse a escuchar para poder hacerlo.
Que algunas personas se quedan cuando todos se van y que puede que no sean las que tú esperabas, pero que perdonar es sin duda el mejor de los caminos.
Que cada uno es de su padre y de su madre, tiene sus motivos y sus motores, y que es solo uno mismo el que puede dar explicaciones.
Que siempre hay más preguntas que respuestas y que es tan importante no necesitar las segundas como no dejar nunca de hacerse las primeras.
Que la vergüenza es absurda, los yo no puedo mentira y los algún día solo excusas...
Que la cama por la noche no recibe bien los problemas, pero que la luz de un nuevo día nos descubre siempre que al final no eran tan graves.
Que no todo lo que sube baja, ni el tiempo pone todo en su sitio, ni a todo cerdo le llega su San Martín, pero que el mejor descanso es apoyar la cabeza sobre una conciencia tranquila. Que la vida va de ir y de venir, de sitios y de personas. Y que cuando vayas procures hacerlo siempre con las manos llenas. Y que cuando te marches, lo hagas solo sabiendo que dejas un buen recuerdo.
Isasaweis - Escritora y Bloguer
No hay comentarios:
Publicar un comentario