El día de ayer hizo un tiempo extraordinario que sirvió para que algunos hiciésemos algo de deporte, participando en los 10 Km. de la Carrera Popular de El Diario Montañés.
Estoy contento en cuanto el tiempo realizado, que fue de 49’ 20’’, pero me costó llegar. Me pasaron factura el no haber podido preparar bien la prueba, los años que van pasando, el excesivo calor (23º) y tener que subir la Cuesta del Gas dos veces.
En la salida se sitúan unos atletas que sirven de referencia a los demás. Llevan una bandera que porta un número, que es indicativo del tiempo que ellos, que son especialistas, te aseguran que, si les sigues, puedes llegar a hacer. Yo me situé en el que portaba la bandera que marcaba 50 minutos y resultó un fiasco, porque no cumplió con su cometido, ya que yo acabé en poco más de 49’ y este nos llevó a un ritmo muy superior que yo no pude seguir, entrando bastante antes que yo en meta.
La organización, a mi juicio, también cometió varios errores; el primero de ellos la hora de la prueba 11h 15’, que fue excesivamente tarde, sobre todo si tenemos en cuenta que la noche anterior habíamos tenido una hora más para dormir. Esto propició el que durante la prueba hiciese un calor sofocante, que nos pasó factura a todos.
A mitad de la prueba habían puesto un avituallamiento de agua, en el que solamente había dos chicas, que no daban a basto para suministrar botellines a todos los participantes, teniendo que estar un rato esperando para que me facilitaran uno.
Tras la llegada a meta había un nuevo avituallamiento sólido, sobre el que no tengo nada que objetar y otro líquido. En este último no había agua, teniendo que ingerir obligatoriamente una bebida de una conocida marca.
En el calentamiento me encontré dos conocidos vinculados a nuestro valle y al G.M. Orza. Se trata del polifacético deportista Andrés Castro Marcos, que realizó un excelente tiempo de 48’ 48’’ y de Pedro Frías Mora, que hizo 51’ 04’’
A todo esto debo añadir que para realizar esta prueba hubo que interrumpir el tráfico durante horas en el centro de la ciudad, con el consiguiente perjuicio a muchos ciudadanos, cuando disponemos de unas extraordinarias instalaciones deportivas en la Albericia, que están siendo infrautilizadas ya que perfectamente pudieran utilizarse para este tipo de pruebas, sin necesidad de ocasionar perjuicios a los ciudadanos.
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