05 marzo 2020

ZAPATERÍA SOL

Ramonín, que hemos visto que tenía un bar en la acera de enfrente, cerca comercio de Vicente, se casa con Pilar y deciden poner una zapatería en la zona que se encuentra al lado de la Perfumería Rubiales. Dado que su marido se centra en el bar, va a ser Pilar quien lleve a cabo la gestión de la zapatería. Pero el comercio, no solo se dedica a la venta de productos relacionados con los zapatos, sino que nos encontramos que también se surten las necesidades de los cazadores, con material de ese tipo. Parece ser que Ramonín era un aficionado a la caza, de tal modo que consiguió licencia para la venta de armas de caza. Y así, sucede, se venden de armas de caza, cartuchos, escopetas de perdigón, perdigones (cónicos y diábolos) y complementos de caza. De hecho Ramonín se desplazaba con cierta frecuencia a Eibar, para comprar material. Con el tiempo, las condiciones para vender se fueron volviendo más complejas y decide poner fin a dicha venta.
La realidad es que el negocio iba bien, había dos frentes de servicios que tenía mucha atracción, estaba al lado de la parada de autobús, y con buena atención por parte de Pilar. Buena prueba de ello que en muchas ocasiones la buena de Pilar permitía a camioneros que venían a la fábrica, utilizaran el teléfono de la tienda para solucionaran imprevistos que se les plantearan. El teléfono de la Zapatería Sol en aquellos momentos era el número 27.
Ya hemos dicho anteriormente, que las cosas van en buen camino, los dos negocios van adelante, y deciden comprarse locales y piso en la acera de enfrente, donde Ramonín y Pilar siguen con sus actividades comerciales. El piso que ocupaban, va a ser ocupado por la hija de Benito, el zapatero y el local por Puertas.

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