Decía un amigo mío que había trabajado en Francia, que en España tenemos algún problema con la autoridad, que no captamos el sentido de la obediencia. Yo, como maestro que soy, veo demasiadas veces que los problemas de disciplina entorpecen las clases y no siempre son atribuibles a factores, digamos, comprensibles. Así nunca se podrá hacer sociedad. Vemos estos días de cuarentena cómo bastante gente se salta el confinamiento, hace fiestas, etc. Lo ideal, sería una ciudadanía que combinase el sentido de la autoridad (que aquí, reconozco, tradicionalmente tampoco se ha ejercido bien "de arriba a abajo") con el cultivo de la autonomía, el criterio personal; tal vez Finlandia, Taiwán, Austria, Corea del Sur, Nueva Zelanda... Claro que también me gustaría saber los datos de multas por no respetar el confinamiento ahora en Francia, o en Alemania, por ejemplo.
Adolfo Palacios González, para Cartas al Director, de El Diario Montañés.
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