LIBROS

Desde el primer momento, el Casino se centró en la creación de una biblioteca que estuviera al servicio de los socios. Eran libros de consulta y de lectura.

Entre los primeros, debió de estar la Enciclopedia de Espasa Calpe, pues ya en 1925 hasta 1928, nos encontramos con el pago de una determinada cantidad a dicha editorial. Cantidad que en un primer momento es de 45 pts. para ir reduciéndose la cuota a 35 pts. y finalmente a 25 pts. Y curiosamente el año 1929, se vuelven a las cuotas de 45 pts. a lo largo del año. En definitiva, se pagaron a dicha editorial la cantidad de 1685 pts. en total.

Pero hubo otras inversiones en la biblioteca en libros de lectura. Debemos precisar, que la dirección del Casino favoreció la dotación de libros para la biblioteca, aunque no tenemos ninguna referencia a títulos o autores, que estuvieron en las estanterías de la biblioteca. Lo que sí se nos dice es que se hicieron gastos en la compra de libros. Así en enero de 1922, tenemos una factura de 40 pts. por la compra de libros. En este mismo año hay una factura a una librería de Madrid que asciende a 310,20 pts. En el año 1923, hay otra de 63,55 pts. de libros, suministrado por “LEER”. En el año 1925, nos encontramos con la llegada a la biblioteca de 17 libros, cuyo coste asciende a 34 pts. En 1926, hay una compra de libros a Timoteo Espinar por valor de 89,50 ptas.

En el año de 1927, tenemos una factura de 3 pts por un libro del que se nos indica el título del mismo. Es “Patria y Hogar”, escrito por Adaulfo Villanueva. También en este año, asistimos a la suscripción a la editorial Fomento Comercial del Libro de Barcelona. Es una suscripción de 18 pts. al mes. Igualmente, en este año aparece en el Libro de Contabilidad una factura de 50 pts. por 30 libros.

En cualquier caso, en el aspecto de la prensa y de las revistas, las cosas cambian en el Casino una vez ha terminado la guerra civil, refiriéndonos al momento en que los nacionales entran en el pueblo de Los Corrales y toman el control de la provincia. Ese cambio se observa sobre todo en la prensa. A partir de este momento, vemos que en las Actas del Casino se comienza, a hablar de tres periódicos a los que se suscribe el Casino. Estos son: Alerta, El Diario Montañés, el ABC y semanario Domingo. Además, se suscriben a las revistas Vértice y Fotos.

Alerta, es un periódico regional y local, fundado el 1 de septiembre de 1937, ocupando las instalaciones de “El Cantábrico”. Su primer director fue Francisco de Cáceres y Torres, persona adscrita al nuevo régimen y con un control absoluto por parte del Gobierno, a través del artículo 2 de la Ley de Prensa de 1938 que incluía entre las competencias del Estado “la regulación del número y extensión de las publicaciones periódicas”.

El Diario Montañés y el ABC, eran dos periódicos que ya existían en épocas anteriores a la guerra, pero tuvieron que adaptarse al control del gobierno de la nación, aunque ya eran cercanos a las ideas conservadoras.

Vértice. Esta es una revista que publicó el primer número en abril de 1937, dando por finalizada su actividad en el año se 1946, con el número 83. Era una revista ligada a la Falange y editada en San Sebastián. Posteriormente, acabada la guerra, la revista se trasladó a Madrid, pasando a incorporar el subtítulo de Revista Nacional de FET y de las JONS. Durante los primeros años de su emisión, estuvo al frente de la revista Manuel Halcón, siendo sustituido posteriormente por Samuel Ros Pardo en 1940.

Fotos, fue otra revista afín a la Falange, que surgió unos meses antes que la revista Vértice, concretamente en febrero de 1937 y que tuvo una mayor presencian en el mercado nacional, pues el último número impreso fue en el año 1963. Se editó, bajo el subtítulo de “Semanario gráfico de Reportajes”. Al igual que la revista Vértice, se comenzó a editar en San Sebastián. El coste de los primeros ejemplares fue de 40 céntimos.

Durante el período de máximo aislamiento del régimen de Franco en la comunidad internacional, la revista se decantó por las informaciones de la II Guerra Mundial, con una visión favorable a los nazis alemanes y fascistas italianos. Terminada la guerra, cuando se produjo la separación de los Aliados y la Unión Soviética, la revista se fue alejando de los planteamientos anteriores, decantándose por informaciones más cercanas a los Estados Unidos, y por reportajes de sociedad y espectáculos.