20 agosto 2022

EL POBLAMIENTO DEL BARRIO

Las casas ya están terminadas, aunque desconozco si todas se ocuparon a la vez, por aquellos que habían logrado ser admitidos a la propiedad de las mismas. Mis padres, Jesús y Teresa, tomaron posesión de la casa el 1 de Diciembre de 1952. Es cierto que, anteriormente, habían solicitado casa en el barrio del Bardalón, construidas por la fábrica para sus obreros.
Pero no hubo suerte, dado que la Comisión que evaluaba la situación de los demandantes, consideraron que había personas que tenían peor situación y mayor necesidad de tener una casa.
También es cierto que mi padre, se veía en la necesidad de tener una casa. Vivía en casa de sus padres y con alguno de los hermanos y ellos cinco. Mis padres y mis hermanos utilizaban una sola habitación. Así que se apuntó para ver si tenía suerte en las casas que se proyectaban llevar a cabo por la Constructora de San Juan Bautista, perteneciente a la Cooperativa de Empleados y Obreros de la Sociedad Quijano. La adjudicación de las casas se hacía siguiendo el riguroso turno en que se habían apuntado en el libro de solicitudes. En todo caso, mi padre consideraba que tenía pocas posibilidades, dado que había muchas personas delante de él. Pero poco a poco comprendió porqué el barrio pasó a denominarse entre los vecinos el pueblo, como el barrio de “Los Millonarios”. Los que solicitaron la casa, se comprometían a pagar cada mes dos recibos, uno de 179 y otro de 24,70 durante los primeros veinte años, y en los siguientes veinte años se pagaría una cantidad no superior a las anteriores. Esta elevada cantidad, hizo que muchos de los que estaban en la lista renunciaran a la casa, bien porque para unos no era de vital necesidad, dado que tenían ya casa, y para otros era imposible hacer frente a los gastos mensuales que suponía. Estos abandonos supusieron, que la lista fuese corriendo y mis padres, pudieran acceder a una de las 76 casas que había en el barrio. Les tocó la que llevaba el nº 22, situada en el primer bloque de cuatro viviendas que había en el barrio. Estaba interesado por la vivienda de abajo, ya que así no tenía que subir escaleras, pero a Ricardo y Toña, también les gustaba y estaban los primeros.
Es posible que fueran más personas las que ocuparan las casas en ese período, pero lo que se encontraron, es que las casas todavía no tenían instalada la electricidad, debiendo pasar casi un año y medio más para que la electricidad llegara a las casas. Contaba mi padre, que lo que se ahorraban en electricidad se lo gastaban en velas y linternas, y en invierno se metían pronto en la cama. La luz de la luna era la que iluminaba el interior de las casas pues, aunque hacía mucho frío, no se cerraban las contraventanas.
Aunque tampoco se iban pronto a la cama. Es cierto que los hijos de las familias, tenían poca edad y debían que madrugar para ir a la escuela al día siguiente, pero muchos de los padres trabajaban por turnos en la fábrica y por tanto, algunos salían a las 10 de la noche de trabajar. Aquellos que vivían en el pueblo tenían costumbre al salir de la fábrica de tomar unos vinos antes de regresar a casa. Otros, como es el caso de mi padre, se veía obligado a ir a casa de mis abuelos, que tenían luz, para así llevar a cabo la reparación de los aparatos de radio, donde permanecía hasta las 10 de la noche antes de ir al barrio. Con el tiempo, la electricidad se incorporó a la casa y las condiciones de vida fueron cambiando a mejor.
Pero dejemos esto para más adelante. Centrémonos en quienes son las personas que se asentaron en el barrio, los lugares de donde provenían y las relaciones que existían entre ellos.


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