Recuerdo un chiste que vi en la prensa, años 90, en que salía el alma de Franco de una nube, diciendo: "Qué Transición ni nada, ¡la Transición la hice yo, muriéndome!". Algo de razón, no le faltaba. De modo parecido, ahora con el caso Rubiales, podemos decir que esta "transición" se ha desencadenado por el beso a Jenni Hermoso; pues si no se le hubiera ocurrido dárselo ¿se habría puesto en marcha el proceso? Sospechamos cuánto habrán tenido que aguantar esas chicas, pero no sabemos por cuánto tiempo más, ellas y otras, seguirían aguantando abusos y cosas inapropiadas, si no se hubiera producido ese beso, ante medio mundo. Claro que no les voy a reprochar el no haber batallado antes, pues ignoro las circunstancias, pero sí debemos reflexionar al respecto.
Adolfo Palacios para Cartas al Director de El Diario Montañés.
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