El Tiempo en Corrales de Buelna,Los

02 septiembre 2025

LA TITULITIS

La obsesión que tenemos en España con las titulaciones no se debería llamar titulitis, sino "universitis", ya que en realidad nuestro prejuicio no consiste en que haya que tener un título, sino que éste deba ser universitario, de una carrera de cinco años. Títulos hay otros aparte de la universidad, y poseerlos (haber superado unos estudios acredita que se es capaz de una disciplina, certificada por un conjunto de personas autorizadas, no solo por unos colegas afines) no está mal, sean de formación profesional o de lo que sea. Su presencia, incluso abundancia, en un partido político, hablará bien de ese partido. Y no será difícil cubrir esa condición en un país y en unos tiempos en que la mayoría de la población puede estudiar. Cierto que se puede ser buen político sin tener un título. Bueno, el bachiller sí que sería exigible, pues en él se adquiere una cultura general que es improbable sin él. En todo caso, si bien da igual que un político tenga título o no, lo que no da igual es que en un partido la mayoría de sus miembros no lo tengan. Sobre todo si van a desempeñar puestos de responsabilidad en ámbitos especializados. 
Adolfo Palacios para Cartas al Director de El Diario Montañés

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