Se trata de un producto completamente novedoso con el que Gabriel Gómez, propietario de Quesos Gomber (en Sopeña de Cabuérniga), ha logrado maridar en una textura y proporción inusual la leche de cabra y oveja, de forma que el resultado final, totalmente experimental, no se parece a ningún otro queso. [+ información en El Diario Montañés]
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