Pey nos remite estos versos anónimos:
Antes de ser senador
y político “pepero”
Monago apagaba fuegos
trabajando de bombero.
Y mientras en el Senado
se aburría como un enano
se echó una novia en Canarias,
¡rico bombón colombiano!
Como el que tuvo retuvo
Monago acudía raudo
a apagar con su manguera
aquel “incendio” canario.
¡La verdad es que viendo el porte
de la novia de Monago
no es de extrañar que el bombero
trabajara a destajo!
Treinta y dos o más viajes
dicen que hizo Monago
y que los gastos cargó
a las arcas del Senado.
¡Ante la causa del “fuego”
que a extinguir iba Monago,
hasta treinta mil que hiciera
estaba justificado!
La puerca envidia española
el asunto ha destapado,
pues muchos querrían hacer
lo mismo que hacía Monago,
apagar con la manguera
y por cuenta del Senado
ese “fuego” de Colombia
en Canarias instalado.
Pey añade tras leer el romance:
Perdonado está el Bombero,
justificados los gastos
y calmada ya la Hacienda...
... Pero siempre habemos pero...
Pues tendrá de penitencia
contar con señal y pelo,
nuestra Extremeña Vuecencia,
cómo siendo casi abuelo
tuvo sexocomplacencia
con colombiano buñuelo
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