Imagina el planeta Tierra en el año 2050. La población humana es ya de 9.600 millones. La temperatura de los océanos ha subido varios grados. Los arrecifes de coral ya no existen. Con ellos, ha desaparecido una buena parte de la vida en los mares. Amplias zonas marítimas están vacías. Ninguna maravillosa criatura marina ha sobrevivido en ellas. Todas fueron pescadas o murieron por la degradación de los mares. Los océanos están muertos o a punto de morir. Da miedo, ¿verdad?
Y no es una película de terror. Es la predicción que proyecta el informe “Living Blue Planet” (Planeta azul vivo) de la organización internacional WWF. En él esta organización alerta del impacto que la pesca y el calentamiento global, entre otros factores, tiene sobre los océanos.
El estudio actualizado de mamíferos marinos, aves, reptiles y peces muestra que las poblaciones se han reducido, como promedio, casi un 50 por ciento a nivel mundial en las últimas cuatro décadas, llegando algunos peces a disminuir un 75 por ciento.
En él nos alertan de que en una sola generación, la actividad humana ha dañado gravemente los océanos capturando peces más rápido de lo que pueden reproducirse, mientras se destruyen sus zonas de alimentación. Se necesitan cambios profundos para garantizar una vida marina abundante.
Junto con la crisis del descenso de las poblaciones de peces, el informe muestra fuertes caídas en los arrecifes de coral, manglares y praderas marinas. La investigación muestra que los arrecifes de coral y las praderas podrían perderse en todo el mundo para el año 2050, como resultado del cambio climático. Más del 25% de todas las especies marinas viven en los arrecifes de coral.
El estudio incide en que el cambio climático está causando al océano cambios más rápidos que en cualquier otro momento en millones de años. El aumento de las temperaturas y de la acidificación, causada por el dióxido de carbono agravan los impactos negativos de la pesca.
Fuente: igualdadanimal
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