Oigo decir a veces que los padres tienen como interés usar la escuela como guardería. Seguramente algo habrá de cierto, aunque, como maestro, no percibo que haya mucho de eso. Hay poco interés por la educación, pero en todos los colectivos. A un calendario escolar no le debemos pedir que sirva a la función de guardería, aunque digamos también que, si de paso se pudiera hacer que venga bien a la comodidad de todos mejor. Por supuesto, el que los padres den su opinión o pidan participar (y recuerdo que hay un Consejo Escolar regional) no implica que vayan a ello solo con intereses vulgares. La jornada continua, que se ha ido generalizado, ¿cuáles son sus ventajas, y para quién?: ahorro en comedor escolar y transporte, y no tener que hacer dos viajes más al mediodía. Por lo demás, tres horas seguidas de clase, levantarse antes, tiempos perdidos por ir al baño, aperitivo en ámbito lectivo, y dificultar reuniones pedagógicas necesarias a pie de obra, no parecen buenas condiciones para mejor educar. Cuyo resultado tampoco se ha evaluado ni vuelto a preguntar, por cierto. Y ¿quién la fomentó? ¿se dijo en algún momento que la motivación fuera mejorar la educación?
Adolfo Palacios González, en Cartas al Director, de El Diario Montañés.
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