Sobran en este país diputaciones, senados, consejos de Estado, defensores del pueblo, TV autonómicas, asesores, coches oficiales, ayuntamientos (8000: Francia tiene 2000), empresas públicas sin ninguna utilidad que no sea enchufar a los del partido. Todo esto nos cuesta al año 40.000 millones de euros. Tener 300.000 cargos públicos en todos estos chiringuitos, que no funcionarios, nos cuesta esto.
¿Qué falta? Más inspectores de Hacienda, por ejemplo; médicos, maestros, policía … Falta que las pensiones suban según el IPC, que se devuelvan a la Sanidad los 12.000 millones que se la han robado; falta acabar con un ratio por profesor de 34 niños, falta dar la dependencia a los que se mueren sin haberla recibido, falta apoyar cada vez más la investigación y el desarrollo.
Resumiendo, señores políticos, falta que no nos tomen más el pelo, y acaben de una vez con sus chiringuitos y ese dinero lo gasten en lo principal.
Carlos Berzosa en Cartas al Director, de El Diario Montañés.
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