Pegado a la Fonda Buelna nos encontramos un nuevo edificio, que ha sufrido un
cambio con respecto a lo que era anteriormente. Vemos que ha tenido una profunda
renovación en la parte exterior y que posiblemente también en el interior. Se han modificado las tejas que pasan a ser de color negro, se ha cambiado la pintura del exterior del edificio, que
pasa a ser de color ¿granate?, y por último han desparecido las puertas y ventanas del piso de
arriba realizadas en madera, siendo sustituidas por material de aluminio blanco. Así mismo la
zona del antiguo bar se ha convertido en salón de la casa.
Eso es lo que vemos ahora, pero durante muchos años este edificio fue residencia de
Paco y su señora Victoria y sus dos hijos, y además funcionó como bar durante mucho tiempo.
Fue el bar Paco. Era un bar al que tenía el mostrador a mano derecha y al frente estaba la
televisión. Como todos los bares de la zona, tenía mesas para jugar a las cartas u otras
actividades como charlar, leer la prensa o ver la tele.
No debemos olvidar que durante mucho tiempo, Paco ejerció de taxista en el pueblo,
al mismo tiempo que se ocupaba de atender el bar. Aunque no podemos olvidar que siempre
contó con la ayuda de su mujer Victoria.
Mis recuerdos del bar Paco son muy escasos, pero si tengo claro que muchos
domingos íbamos los amigos de infancia, Agustín, Raúl, Víctor, Paulino, Antonio y yo, a jugar a
“la flor”, partida de cartas con la que nos entreteníamos. Y además tomábamos el café, la copa de coñac y nuestro primer “farias”. Dimos el paso adelante en el bar Paco.
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