Me pide José Salas que cuente algo de mí para que, a través de su blog, me conozcan las nuevas generaciones corraliegas, aunque creo que sería mejor sería hablar de mi padre, que en Corrales fue una persona con más relevancia que yo.
Yo, aparte de mis "cartas" que remito a la prensa, y el libro en que las reuní (Mudar la Mirada), no he hecho gran cosa. Hijos no he tenido ninguno (ya sabes, el dicho), pero he plantado muchos árboles, con los ecologistas, en Selaya.
Viví en Corrales hasta los 23 años (a la entrada del Barrio de Los Millonarios, frente al Garaje Nisio), soy nieto de Adolfo (guardia civil oriundo de Orzales, que trabajó también en la portería de la fábrica, y de joven estuvo en la guerra de África y luego, por lo visto, fue boxeador, en Cuba) y de Joaquina (procedente de Anievas y de Pas, algo pariente del doctor Madrazo según decía). Mis otros abuelos, los maternos, eran de Matamorosa, ya sabes que mi madre era de allí. No los conocí.
Después, me fui con mis padres Jesús y Mari Carmen a Santander. En Corrales había empezado a estudiar el piano, y me había aficionado al órgano, con Don Guillermo; después seguí con el piano en Santander, con Stela Camenita, que me hacía estudiar 8 horas al día pero no acabé la carrera. Estudié algún curso de filosofía pero tampoco la terminé. Me ha gustado siempre leer, me gusta también la novela, que es lo que lee casi todo el mundo, pero nunca tengo tiempo para novelas, siempre hay algo más importante. La única carrera que terminé fue la de magisterio, que la empecé en la escuela de los Sagrados Corazones de Torrelavega y la acabé en la escuela normal de Santander; ambas tenían sus puntos positivos y negativos, estoy contento de haber vivido las dos experiencias. Entré a ser funcionario docente sin hacer oposiciones, entonces podía ser (¡qué peligro!).
Trabajé como maestro en varias localidades de Cantabria (Corrales entre ellas), pero quería conocer mundo -y además no me gustaba lo de maestro al principio- y me fui a Andalucía, donde estuve dos cursos en Sevilla, capital, y otros tres en las aldeas de la Córdoba más rural y olivarera. A Sevilla siempre quiero volver (de turismo, eso sí), y en Córdoba la experiencia fue durilla pero me hizo evolucionar.
Hasta ahí lo que yo llamo "mi infancia", porque soy una persona que madura muy despacio. Mi "adolescencia", fueron los 16 años que trabajé de maestro en Torrelavega (Nueva Ciudad); y ahora se supone que estoy en la madurez, en un colegio de Santander, donde trato de influir y construir con mis ideas educativas y musicales, pero me temo que, si quiero hacer algo en serio, tendré que esperar a la jubilación (que espero sea dentro de dos o tres años), quizá en colaboración con chinos -estudio chino-, que son los que saben trabajar y ponerle ganas a las cosas. Salgo a mi padre en esto de no confiar demasiado en los españoles, aunque la cultura española (Albéniz, los castillos, el mobiliario tradicional, los romances, el flamenco, el idioma mismo) sí que tiene cosas de valor, es una lástima que los propios españoles no la aprecien y no se basen en ella para hacer nuevas cosas.
De vez en cuando voy por Corrales, que me deja un ánimo tranquilo, y donde conservo algunas amistades. Me gusta ir al monte, todavía hay en el valle de Buelna sitios por descubrir.
No me he casado, las mujeres no representan un gran papel en mi vida, y soy una persona escasa de emociones, aunque cuando estoy en el papel de líder o trabajando con alguien que me inspira, o en algo en lo que creo, sí que le echo sentimiento.
Ahí te mando una foto actual, de mi "careto". No estoy muy favorecido, pero creo que es más fiel a la realidad que otra que pudiera hacerme.
4 comentarios:
Adolfo gracias por mantenernos informados
Bien por hacer caso de Jose,que siempre defendió a la gente de su barrio
Un abrazo
Escribe Adolfo: "Salgo a mi padre en esto de no confiar demasiado en los españoles" ...
... Gran verdad, gran visión la de Jesús Palacios al no confiar en los españoles... En eso coincidimos, por lo menos referido esa mitad de españoles que han permitido tener este actual gobierno SOCIATA/COMUNISTA... que nos hundirá en la miseria absoluta.
Saludos y gracias por los recuerdos de mi muy querido y admirado amigo Jesús Palacios.
¡Hombre, Adolfo!
Aún recuerdo cuando íbamos en el autobús a Torrelavega, a los Sagrados Corazones, y compartías con nosotros tus profundas reflexiones... cómo que pasaría si conduciendo un coche a 120 km/h, en quinta, decidieras sorpresivamente meter la marcha atrás...
¡Cómo nos reíamos!
Ha obviado el capítulo de los gatos ahorcados
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