Ejercieron dicha función Goyo y Tomás. Se encargaban de acomodar a los espectadores en la butaca que le correspondía, evitando todo aquello relacionado con "esta butaca, es la mía" o "no es tu sitio". En fin, cosas que todo hicimos y padecimos en años jóvenes. La importancia de los acomodadores era más clara cuando las luces se apagaban, comenzaba la proyección y llegaban los que se habían retrasado. Abrían la puerta, el acomodador encendía su linterna y acompañaba a los "últimos" a su sitio. Situación resuelta, el acomodador apaga la linterna, y se encamina a la puerta para ver si llegaba algún nuevo retrasado. Pero no siempre sucedía así; cuando el acomodador acompañaba a los que no habían llegado a la hora, su asiento estaba ocupado por otra persona, produciéndose un pequeño alboroto, por aquello de la luz de la linterna, unos de pie, la pequeña discusión, en definitiva, molestias para el resto de los asistentes a la película.
En ocasiones, los alborotos podrían venir por otras circunstancias, por escenas en la película, por piques entre los jóvenes que iban al cine, por grosería, por tirar pipas a los que estaban en el patio de butacas, etc. Pero sin lugar a dudas, los mayores chillidos, golpes en las butacas, zapateos, groserías iban dirigidas directamente contra el operador, motivados por un "corte" en la película. El "corte" era que la película se había quemado y lógicamente había que proceder a empalmar. Esto significaba un tiempo, de libre actuación para todo. Esta era una situación que provocaba mucha tensión en todos los ámbitos. El operador trataba de arreglar en el menor tiempo posible "el corte". Los espectadores, sobre todo los situados en el “gallinero” aprovechaban o aprovechábamos las ocasiones para patear en el suelo, o en las butacas, todo ello acompañado de silbidos, palmas, etc. Y en esta situación, los acomodadores intentan que la situación no se les fuera de las manos. Allí estaban ellos, con su linterna, tratando de restablecer el silencio y, posiblemente, rezando para que el operador reparase el corte y recobrar la tranquilidad. Arreglado el tema, luces apagadas y a seguir viendo la película.
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