Silvia Martínez ha vuelto a acampar a la puerta del Hospital Marqués de Valdecilla de Santander, donde pasará "día y noche" hasta que se atienda su petición principal, el "reconocimiento de sus derechos a una sanidad digna, a la libre elección de médico, a ser llevada por el especialista en el tipo de patología que sufras y a recibir el tratamiento y la asistencia necesaria acorde a la situación del paciente". Antes de comenzar su acampada reiteró que "permaneceré a las puertas de Valdecilla para reclamar los derechos tanto como paciente como de ciudadana que recoge la Constitución Española y las leyes que regulan la Sanidad". "Ya no pido ni mi dinero, pido dignidad, que se trate a una persona que está enferma acorde a la ley y a mi situación sanitaria, necesito algo que palíe mis problemas de salud para que pueda tener una mejor calidad de vida, es lo único que pido".
Ya lo hizo en 2018, con escaso o nulo resultado, y desde entonces ha seguido batallando. Una resolución más contraria a sus requerimientos ha motivado su protesta "y la de tantos otros", aseguró. "Hablo en nombre de mucha gente que tiene el mismo problema en la región, con enfermedades muy graves y sin soluciones reales". "No se nos está dando el trato adecuado, porque ya tenemos bastante con el sufrimiento que provoca la enfermedad como para estar además preocupándonos con los trámites para que se cumpla la legalidad".
Silvia Martínez padece una enfermedad rara, Arteritis de Takayasu (Vasculitis de Grandes Vasos), un mal, explica, para el que en junio de este año se ha creado un equipo especial en el hospital santanderino. Se trata a 37 personas entre las que, ella no sabe por qué, no está incluida. "Quiero saber por qué conmigo y otras tantas personas no se cumple la ley, pacientes que nos encontramos en esta misma situación. Me pregunto dónde estoy yo, que llevo más de cuatro años reclamando eso, un especialista en la enfermedad que sufro, y 17 desde la primera reclamación en Sierrallana".
Ya lo hizo en 2018, con escaso o nulo resultado, y desde entonces ha seguido batallando. Una resolución más contraria a sus requerimientos ha motivado su protesta "y la de tantos otros", aseguró. "Hablo en nombre de mucha gente que tiene el mismo problema en la región, con enfermedades muy graves y sin soluciones reales". "No se nos está dando el trato adecuado, porque ya tenemos bastante con el sufrimiento que provoca la enfermedad como para estar además preocupándonos con los trámites para que se cumpla la legalidad".
Silvia Martínez padece una enfermedad rara, Arteritis de Takayasu (Vasculitis de Grandes Vasos), un mal, explica, para el que en junio de este año se ha creado un equipo especial en el hospital santanderino. Se trata a 37 personas entre las que, ella no sabe por qué, no está incluida. "Quiero saber por qué conmigo y otras tantas personas no se cumple la ley, pacientes que nos encontramos en esta misma situación. Me pregunto dónde estoy yo, que llevo más de cuatro años reclamando eso, un especialista en la enfermedad que sufro, y 17 desde la primera reclamación en Sierrallana".
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