y además diez y nueve,
cuando pasa lo que cuento,
que mientras lo cuento… llueve.
Es en un pueblo cualquiera,
de un cualquier humilde hogar,
que al ver que hace frío afuera,
la casa hay que calentar.
Que los fríos y destemplanzas
no son caldo de gallina,
son zorras que se abalanzan
si se apaga la cocina.
Así que viendo lo visto
y ya metidos en rueda,
que vaya prendiendo el mixto
y que salga la humareda.
Cuatro astillas astilladas,
dos paletas de carbón.
Y en mesa desvencijada,
cinco platos y un porrón.
De patatas, un puchero,
aliñado con pimentón
y detrás, "un yo más quiero"
esa es toda la ración.
Ayer, patatas con bacalao
y detrás un huevo frito,
quedó el plato rebañado
con un gracias a Dios bendito.
Mas todos los días patatas,
pues ya resulta cansino,
nunca hay carne de jata
o torreznos de tocino.
Patatas y más patatas
y para variar lentejas.
Y no vale dar la lata,
o lo comes o lo dejas.
Un par de velas jugando
a, que se quieren apagar.
Y una abuela rezando
porque está oyendo tronar.
La mujer y el marido,
un mozo y una mozuela,
un gato que da maullidos
y como dije… la abuela.
Esto es sumar sobre datos,
cosa y caso natural,
todos incluyendo al gato,
todos viven de un jornal.
Vida es de subsistencia,
de ir tirando de un ramal,
aguantando con paciencia
porque no venga algún mal
Es el cartero quien llega,
trae carta de la Argentina,
que entrega con disciplina,
haciendo firmar la entrega.
Al mirar el remitente…
¡¡Qué alegría es tío Tazones
que escribe desde Misiones!!
Y cuenta por la presente:
Ahí le mando a mi sobrino,
hijo de mi hermano Marcos,
unos pesos argentinos
y billete para el barco.
Aquí el trabajo es pujante,
si es que quiere dar el callo.
Y la siembra abundante,
de maíz, poroto y zapallo.
Hay carne en abundancia,
de cornilargas paciendo,
ovejas hay en la estancia
y cien gallinas poniendo.
Y muy lucidas potrancas,
pastando por la serranía.
Y muy preciosas chamacas
que aquí alegran los días
Y si quiere “guita "el “pibe"
plata hay, si él la gana,
pero si anda con "macanas",
pues lo precario recibe.
Que por aquí los "boludos"
o el pasarse en "chamuyar",
es “una bocha "con nudos"
que en "linyera" va acabar.
Ni "quilombos", ni "milongas",
porque si grande es La Pampa,
mayores pues son las trampas,
a la vuelta y cuando vas.
Aunque sé que mi sobrino,
que hijo de mi hermano es,
sabrá abrirse camino,
como lo hace un buen "che".
Y la carta pues se acaba
con los saludos de rigor,
con bocas llenas de baba
y un sobrino soñador.
Que a su madre Agripina
la dice con voz muy grata:
Con la carta de Argentina,
ricas están las patatas.
Todos se quedan pensando
y más el bueno de Marcos,
que ya se ve navegando
hacia América en barco.
Ha llegado al fin el día,
más temprano que otras veces,
con sus despidos y reces
y cierta melancolía.
Ya en el barco, ¡qué emoción!
Y, por cierto, mareado,
con patatas que le han dado
y otra vez con pimentón.
Que hoy le saben a sardinas
y a buen pollo tomatero,
pues rey es del Mundo entero,
cosa y caso natural,
todos incluyendo al gato,
todos viven de un jornal.
Vida es de subsistencia,
de ir tirando de un ramal,
aguantando con paciencia
porque no venga algún mal
Es el cartero quien llega,
trae carta de la Argentina,
que entrega con disciplina,
haciendo firmar la entrega.
Al mirar el remitente…
¡¡Qué alegría es tío Tazones
que escribe desde Misiones!!
Y cuenta por la presente:
Ahí le mando a mi sobrino,
hijo de mi hermano Marcos,
unos pesos argentinos
y billete para el barco.
Aquí el trabajo es pujante,
si es que quiere dar el callo.
Y la siembra abundante,
de maíz, poroto y zapallo.
Hay carne en abundancia,
de cornilargas paciendo,
ovejas hay en la estancia
y cien gallinas poniendo.
Y muy lucidas potrancas,
pastando por la serranía.
Y muy preciosas chamacas
que aquí alegran los días
Y si quiere “guita "el “pibe"
plata hay, si él la gana,
pero si anda con "macanas",
pues lo precario recibe.
Que por aquí los "boludos"
o el pasarse en "chamuyar",
es “una bocha "con nudos"
que en "linyera" va acabar.
Ni "quilombos", ni "milongas",
porque si grande es La Pampa,
mayores pues son las trampas,
a la vuelta y cuando vas.
Aunque sé que mi sobrino,
que hijo de mi hermano es,
sabrá abrirse camino,
como lo hace un buen "che".
Y la carta pues se acaba
con los saludos de rigor,
con bocas llenas de baba
y un sobrino soñador.
Que a su madre Agripina
la dice con voz muy grata:
Con la carta de Argentina,
ricas están las patatas.
Todos se quedan pensando
y más el bueno de Marcos,
que ya se ve navegando
hacia América en barco.
Ha llegado al fin el día,
más temprano que otras veces,
con sus despidos y reces
y cierta melancolía.
Ya en el barco, ¡qué emoción!
Y, por cierto, mareado,
con patatas que le han dado
y otra vez con pimentón.
Que hoy le saben a sardinas
y a buen pollo tomatero,
pues rey es del Mundo entero,
navegando hacia Argentina.
Tinuco
Tinuco
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