Los participantes debían desarrollar un vehículo utilizando una base motriz común (motor eléctrico, controlador y baterías) poniendo a prueba la eficiencia, velocidad, frenada y resistencia de sus creaciones. Y el centro cántabro demostró estar a la altura de un municipio especializado en automoción, llevándose el primer premio al vehículo más eficiente, otro primer premio en las pruebas dinámicas, marcó la vuelta rápida en la prueba de resistencia y obtuvo el segundo premio al desarrollo del proyecto, "lo que resalta el enfoque integral y la planificación meticulosa que el equipo llevó a cabo desde el inicio de este desafío", como señaló la dirección de La Salle en Los Corrales.
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