Nelín como todos los vecinos del barrio, en aquella época trabajaba en la fábrica, como administrativo. Se fijó en el enorme movimiento de mercancías que generaba la fábrica. Lo que implicaba la continua llegada de materias primas y herramientas para la fábrica y, al mismo tiempo la salida de productos manufacturados con destino a diferentes lugares de la geografía nacional.
Viendo el movimiento de camiones, Nelín decide adentrarse en la aventura de comprar dos camiones y contratar a dos conductores, y participar en el negocio de transporte de mercancías. Las cosas desde el primero momento van bien, hasta el punto que Nelín, pide la baja en la fábrica y se centra en el desarrollo de su pequeña empresa. El negocio va bien, pero también es cierto que hay varios pequeños empresarios del transporte que compiten entre ellos. Nelín, decide asociarse José María Pérez Crespo. Dejan de competir entre sí, y al mismo tiempo crean una mayor empresa, con mayor capacidad para hacer frente a la demanda.
Son años buenos, pero llegan los problemas, huelga en la fábrica de Quijano, marcha de Authi; en definitiva, caída de la producción, reducción del número de obreros, y descenso del transporte de mercancías. Ante esta situación Nelin decide ampliar el campo de actuación de la empresa. Así decide comprar la empresa de Frutas Peris, radicada en Torrelavega. Diversifica el mercado y le permite seguir creciendo como empresa.
Todo cambio a mejor, cuando se incorporó a la zona de Authi, la empresa Motor Ibérica y más tarde Nissan. En esos momentos la empresa de Nelín, tuvo un enorme crecimiento, debido al continuo movimiento de sus camiones transportando mercancías a Barcelona y Ávila. Igualmente aumentan los transportes a países europeos.
Todo ello llevó a un cambio importante en la empresa. Ya no es posible tener las oficinas de la empresa en la Avenida Quijano, no había espacio para aparcar los camiones y hacer las gestiones necesarias. Por otro lado, se comienza a hablar de un posible soterramiento de la carretera, para evitar la vía del tren. Además, el aumento de la demanda por parte de las empresas obligó a Nelín a incrementar el número de camiones.
Todo esto hacía más difícil la operatividad de las oficinas ubicadas en las cercanías de las fábricas. La solución fue trasladar las oficinas al polígono industrial de Barros. Allí tenían cabida sus camiones de gran tonelaje, zona de aparcamiento, de lavado y zona donde pudieran estar en los tiempos de descanso semanal.
Lo que había comenzado como una pequeña iniciativa que se planteó Nelin, con dos camiones y una pequeña oficina al lado de la fábrica, poco a poco fue creciendo a un nivel importante dentro de la comunidad. Por otro lado aumenta la flota de camiones, el tonelaje de mercancías que puede transportar cada uno de los camiones y, sobre todo, los hijos de Nelín comienzan a trabajar con él, adquiriendo los conocimientos necesarios para el funcionamiento de la empresa.
El día 13 de marzo de 2014, José Manuel González Martínez, Nelín para todos, fallece a los 86 años. Seguro que, con la satisfacción de los sueños cumplidos, su pequeña empresa, ahora circulaba por todas las carretas de Europa, una flota de camiones que llegan el nombre de Transportes Buelna. Transporte, un sueño hecho realidad; Buelna, el nombre del valle donde el nació, vivió y murió, aparece en los camiones de la empresa que él creó. Y además con la alegría de que su familia, esposa e hijos haciendo crecer la empresa que él soñó.
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