Es cierto que hay que defender la labor de los periodistas de las amenazas, de las censuras, y que hay que recordar, de tiempo en tiempo, el papel de la prensa y los medios en el mantenimiento de una sociedad democrática. Es cierto también que, atribuir a la acción de los medios y a su manipulación los malos resultados electorales, como ha hecho la izquierda con las últimas elecciones, resulta más bien ridículo, admisible solo para incondicionales. En línea con esto, Manuel Ángel Castañeda nos recuerda de vez en cuando las virtudes del periodismo y exalta su independencia. Pero me pregunto si ha leído un libro como "El director" (David Jiménez), o qué opina de que las cadenas radiofónicas de este país estén todo el día hablando de política (más bien, predisponiendo a favor o en contra de este este o el otro partido), ¡de política y poco más!; y de lo también ridícula que resulta la indesmayable orientación partidaria de algunas de ellas. No es muy propio de una sociedad madura, moderna. De vez en cuando, sería interesante que Castañeda nos diera su visión sobre esos aspectos del periodismo.
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