Luis de la Fuente ha pedido perdón por aplaudir en la reunión de Rubiales. Dice que la situación le superó. Quizá el ser humano esté programado para plegarse al grupo, o al líder. Aunque caben otras opciones: Philip Zimbardo analizó en un libro de 2012 el famoso experimento de la cárcel de Stanford; en él dio claves para mejorar el criterio individual y sobreponerse a la dinámica grupal. Cierto es que no toda rectificación significa necesariamente haber tomado el buen camino: recordemos las "confesiones" de la Revolución Cultural. Y bajo una aparente adquisición de criterio propio y adhesión a los valores "correctos", podemos pasar de contemporizar con el grupo inmediato, a otro más amplio que, atisbamos, está ganando poder. Pero, por otro lado, tampoco debemos atribuir siempre la "conversión" a una decisión, consciente o inconsciente, de apuntarse al caballo ganador.
Adolfo Palacios para Cartas al Director de El Diario Montañés.
No hay comentarios:
Publicar un comentario