Una vez comenzada la guerra, hubo un incremento de la demanda de los productos. Pero esto, también trajo problemas para la fábrica del pueblo. No sólo con la mano de obra, sino también los hubo con las materias primas que se utilizaban, así como con otros compuestos que eran necesarios en su tratamiento.
Ya en los inicios del mes de diciembre de 1936, tenemos referencias a la escasez de materias, lo que se tradujo en una subida del precio de las mismas. Todo esto provocaba la subida del precio final de los productos obtenidos. En definitiva, dificultades para la Empresa.
Igualmente, a principios de 1937, se habla de la necesidad de realizar todo tipo de gestiones para la obtención de alambre de latón. Este es un producto muy utilizado en la producción de cables y además tiene una gran capacidad de reciclaje, pues casi no se pierde nada en el proceso.
En ocasiones, algunos de los integrantes del Comité, se desplazan hasta Reinosa para la adquisición de metal, de hileras y ferro-silicio.
Pero a medida que los meses avanzan y el gobierno va teniendo más bajas en el campo de batalla, la necesidad de materias se hace más perentoria. Así, el 28 de abril, el Comité pide que se hagan todas las gestiones posibles, para comprar toda la chatarra que se les ofrezca. El 3 de junio, Primitivo González es designado por el Comité para desplazarse hasta Torrelavega, para verificar la calidad de las virutas de torno de los vagones que están en la estación y si son válidas, que las compren.
El 7 de julio de 1937, el Comité designa a Raimundo Polanco, para que se traslade a las industrias existentes en la provincia y anote la cantidad de chatarra que tiene cada una de ellas y se lo comunique a la Comisión de Armamento y Munición. Pocos días más tarde, Raimundo presenta un informe, en el expone, que apenas ha podido encontrar pequeñas cantidades de chatarra en algunas de las industrias visitadas.
La Empresa, no solo tiene problemas en la obtención de materiales necesarios para la producción. También, van a faltar muchos de los productos, que son necesarios para el buen funcionamiento de las máquinas o la obtención de productos de buena calidad.
El 17 de noviembre de 1936, hay una posibilidad de conseguir en Abastos un barril de aceite de oliva, para la limpieza del alambre para la fabricación de tachuelas. El 13 de diciembre de 1936, en la reunión del Comité, se indica que hay carencia de aceite, lo que trae como consecuencia que el alambre obtenido tenga mala calidad. El 26 del mismo mes y año, se plantea en la reunión del Consejo, las dificultades que existen para la adquisición de sebo. Se nombra a Raimundo Polanco, para que haga las gestiones necesarias, para ver cuándo llegará la partida de grasas que están en Lisboa. No se dice nada del resultado de dichas gestiones; pero en marzo de 1937, nuevamente se habla de la escasez de grasa en la fabricación de cables y que es necesario realizar gestiones para conseguir la grasa. Esto no debía de ser fácil en estos momentos, porque el 3 de junio del mismo año se habla de la necesidad de la compra de grasa para la sección de cables, refiriéndose a ella con el nombre de Pretolato, la popular vaselina utilizada como lubricante.
El 6 de enero de 1937, se habla del coste de la cal, necesaria para el encalado del alambre para estirar. Ante esta situación, se nombra a un grupo del Comité para que estudien cómo se puede resolver dicho problema. La situación cambia, pues, el 7 de junio de dicho año, el vecino de San Mateo, Manuel Díaz, ofrece a la fábrica un precio de 50 pesetas, puesto en el calero y a 60 pesetas, llevadas a la puerta de la fábrica. La empresa no tiene dudas, las necesidades son muchas y compra todo con un precio de 55 pesetas, puesta a la puerta de la fábrica.
Lo mismo sucede con el yute. Este, se ha utilizado durante mucho tiempo, para la elaboración de sacos en los que transportaban muchos productos. En concreto, en la fábrica se utilizaba para empaquetar varillas destinadas al mercado. Pero también se observa una escasez de este producto. Nuevamente es Raimundo Polanco, el encargado de hacer las gestiones necesarias para conseguir el yute para que el material vaya enfardado.
A mediados del mes de enero, el Comité, se encuentra nuevamente, con la carencia de grasa necesaria para el funcionamiento de las máquinas, lo que se traduce en la obtención de productos defectuosos.
Como hemos visto, a medida que la guerra se prolonga, la zona del Norte republicana, cada vez está más aislada y la fábrica estaba en esta zona, teniendo más problemas para el sostenimiento de las fábricas, dadas las dificultades de acceder a todo tipo de materiales para mantener su funcionamiento.
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