LAS GUERRAS CÁNTABRAS CRECEN CON LOS MÁS JÓVENES

Como había sucedido ya el viernes y el sábado, miles de visitantes se acercaron a Los Corrales de Buelna este domingo para disfrutar de unas Guerras Cántabras que dejaron en manos de los jóvenes buena parte del protagonismo de la jornada. Decenas de chicos y chicas, cántabros y romanos, desfilaron desde el campamento al anfiteatro afianzando un futuro esperanzador para la fiesta. Y sobre el escenario del gran Circo demostrarán que son tan grandes actores como sus mayores. Con una calidad impropia de sus edades, recrearon una sesión del Senado Romano y del Consejo de Tribus.
Antes, en el Templo de Jano, se entregaron las medallas a los nuevos socios. 28 jóvenes que se incorporan este año a la fiesta, una nueva generación que recibe un círculo romano y cántabro como miembros de una fiesta que aboga por la amistad.
Tras ellos llegaron los mayores, recreando el final de la primera gran guerra y el inicio de la segunda. Tras la visita en sueños de la Diosa Minerva, César Augusto arengó a sus tropas para alcanzar la victoria definitiva, cediendo el mando de las legiones a su legado, Cayo Antistio Vetus, ante su inminente partida de tierras cántabras, después de entregar la Corona Castrensis al valor de uno de sus legionarios.
En un anfiteatro hasta la bandera hubo cambio de escenario y protagonismo para los cántabros con la Entrega del Fuego del Hogar o un enlace que finalizó con la llegada de nuevos rebeldes dispuestos a retomar la lucha contra el Imperio Romano el próximo fin de semana.
Y todo con una 'programación expandida' que recreó un telar de tablillas y ofreció un emotivo monólogo o la demostración de lucha escénica dirigida por el maestro de armas Kike Inchausti.
La estimación de la organización cifra en más de 40.000 visitantes al anfiteatro y campamento durante la semana pasada.

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