DONA A SU SUEGRA A LA CIENCIA
Sergio Martín acudió ayer con su suegra a la Clínica Ruber de Madrid con la intención de que se la quedaran “para estudiarla bien”. Tras comprobar que la mujer se encontraba en perfecto estado de salud, los médicos que la atendieron intentaron razonar con Martín para que regresara a casa pero éste se negó a hacerlo si su suegra no era ingresada. Aunque la clínica declara que “la ciencia sólo acepta donaciones de cuerpos sin vida”, Martín argumenta que “muertos ya no sirven para nada, es cuando viven que vale la pena. Cuando mi suegra muera, y Dios no lo quiera, ya no hará esas cosas que hace y que quiero que estudien ustedes, si tienen un momento”.
Josefa Benavides, la suegra de Sergio Martín, parece favorable a que su cuerpo sea estudiado por expertos, pero los facultativos creen que “ha venido aquí engañada porque, según dice ella misma, sus familiares le han explicado que cuando los científicos estudian un cuerpo se dedican básicamente a hacerle masajes, y eso no es exactamente así”.
Finalmente, Sergio Martín y su suegra han vuelto a casa. Martín asegura que “si no la quieren estudiar ellos ya lo haré yo, pero luego que no se queje nadie si la cosa sale mal”. [Xavi Puigel en MMT]
Sergio Martín acudió ayer con su suegra a la Clínica Ruber de Madrid con la intención de que se la quedaran “para estudiarla bien”. Tras comprobar que la mujer se encontraba en perfecto estado de salud, los médicos que la atendieron intentaron razonar con Martín para que regresara a casa pero éste se negó a hacerlo si su suegra no era ingresada. Aunque la clínica declara que “la ciencia sólo acepta donaciones de cuerpos sin vida”, Martín argumenta que “muertos ya no sirven para nada, es cuando viven que vale la pena. Cuando mi suegra muera, y Dios no lo quiera, ya no hará esas cosas que hace y que quiero que estudien ustedes, si tienen un momento”.
Josefa Benavides, la suegra de Sergio Martín, parece favorable a que su cuerpo sea estudiado por expertos, pero los facultativos creen que “ha venido aquí engañada porque, según dice ella misma, sus familiares le han explicado que cuando los científicos estudian un cuerpo se dedican básicamente a hacerle masajes, y eso no es exactamente así”.
Finalmente, Sergio Martín y su suegra han vuelto a casa. Martín asegura que “si no la quieren estudiar ellos ya lo haré yo, pero luego que no se queje nadie si la cosa sale mal”. [Xavi Puigel en MMT]
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