Junto a la tienda de Muñoz, nos encontramos con un establecimiento que durante
mucho tiempo fue una peluquería, que recibía el nombre de Peluquería Peña. Es curioso, pero
cuando hablas a la gente de aquella peluquería todos los son positivos. La verdad es que,
estaba situada en un lugar estratégico, en la calle principal del pueblo en aquellos momentos
y, por otro lado, en el camino de acceso a la fábrica de los obreros.
Pero yo no tengo ningún recuerdo de dicha peluquería. Mis recuerdos se centran en la
peluquería de Martínez situada en la actual Avenida Cantabria, a la altura de la Librería
Estudio, a la que íbamos los “peques” por aquello que podíamos leer los TBO, los “chistes” del
Capitán Trueno o el Jabato. A medida que íbamos creciendo, dábamos el salto hacia la
peluquería de Rule, situada en la calle Alcázar de Toledo, que ahora con la Ley de Memoria
Histórica recibe el nombre de Calle La Paz. Allí se iba a cortar el pelo y a escuchar las charlas
sobre fútbol, no olvidemos que Rule fue un jugador en el Buelna de cierto prestigio y que el
fútbol era una de sus pasiones.
Pero centrándonos en el edificio donde se encontraba la peluquería, hay que decir
que, por un lado nos encontramos con una puerta que permitía el acceso a la vivienda de D.
Manuel y Dª Virginia. Manuel era hermano de Josefa Pérez Piñar, “Pepita” para los conocidos.
Esta señora es la mujer de José de la Peña (aquí parece que hay una pequeña duda ¿es Peña o
de la Peña?) El matrimonio tuvo dos hijos: uno José Luis y otra Virginia.
Josefa y su hija Virginia ejercieron el oficio de carniceras en la zona de la Aldea y en la
Plaza de Abastos, antiguamente situada en la actual Plaza de Almudena Ruiz Pellón. Primero
las dos juntas, más tarde, solo Virginia.
Centrémonos en la peluquería. José debía de tener una buena clientela, pues tenía
dos empleados que trabajaban en ella, estos eran Pepe y Roberto, y además su hijo José Luis,
también ejerció de peluquero ayudando a sus padre, pero tuvo la oportunidad de entra a
trabajar en el Banco Santander situado en lo que actualmente es la sede de CC.OO, así que
abandonó el negocio.
Uno de los empleados, el más joven era Pepe, parece que era originario de la zona de
Palencia, aquí desarrolló sus conocimientos de peluquero. Cuando José Peña se retira parece
ser que Pepe siguió ejerciendo allí su actividad, hasta que por razones que no conocemos,
decidió trasladarse a otra zona dentro de la Avenida.
La otra persona que desempeñaba el oficio en la peluquería era Roberto, una persona
que por lo que cuentan los que le conocieron, era muy singular y muy apreciada por José y su
esposa. Él tenía una hermana que residía la zona del Rio de la Pila, en Santander. De hecho,
Roberto terminada la jornada, los viernes se dirigía a la estación para coger el tren y
trasladarse a Santander para pasar el fin de semana con su hermana. Los domingos regresaba
al pueblo. Podemos decir que Roberto vivía en casa de Pepe Peña y su esposa.
Parece ser que la peluquería Peña, tenía un carácter especial. José Peña era una persona de una cierta influencia en el pueblo; Roberto era una persona singular en algunos aspectos; en la peluquería se realizaba en ocasiones extracción de dientes a aquellas personas que se atrevían y no podían aguantar más; se podían obtener cosas que en otras zonas no era
fácil conseguir, en ocasiones después de un paseo por los bares del pueblo se podía obtener el
carnet de conducir ¿Es cierto o falso? Lo ignoro, pero algunas personas me lo han comentado.
La peluquería cerró, pasaron bastantes años y parecía seguir el mismo camino que han
seguido los comercios de la zona, pero todo ha cambiado a bien. Últimamente cuando
paseamos por la zona podemos ver que se está restaurando la casa por parte de Leandro, un
constructor que reside en el pueblo y que además utiliza el antiguo comercio de tejidos
Vicente como almacén.
Es una gota de esperanza de la posible revitalización de la zona. Esperemos que siga
este proceso.
Pegada a la anterior existe otra casa que ha tenido varios tipos de comercios, en
concreto dos de muy distinto contenido. Pero por lo que me han comentado, durante un largo
tiempo la casa estuvo ocupada como vivienda por el Sr. Ibánez, que durante mucho tiempo fue Secretario de D. Jesús Ortiz, que fue Director de la fábrica de Quijano, y que residía en la calle Hermanos Salas. Su casa era una formidable casona montañesa, pero que por desgracia fue derruida.
1 comentario:
Había un reloj de cuco en esa peluquería que siempre me he preguntado qué fue de él, pues sigo aficionado a los relojes. Creo que sólo un par de veces me corté el pelo allí.
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