Como hemos visto, el edificio al que nos estamos refiriendo fue ocupado durante
mucho tiempo por el Casino Buelna y cuando éste se trasladó a su nueva residencia, durante
un breve tiempo, permaneció como sede de la Casa Sindical. Posteriormente las cosas
cambiarán.
Todo cambiará cuando la directiva de la Falange decide valorar la posibilidad de
trasladarse a este lugar. No debemos olvidar que la Falange, única formación política existente
durante el régimen de Franco, tenía su sede en lo que actualmente es el sindicato de la UGT.
En la parte de arriba del edificio, estaban las oficinas y en la parte de abajo el bar y lugar de
juego y reuniones de los afiliados y otras personas.
Viendo que el Casino está vacío, se planteó la posibilidad de trasladar la sede al
edificio, lo cual trajo consigo la valoración de tal opción por parte de la directiva. Se iniciaron
las gestiones con Quijano, el propietario del edificio. Parece ser que había otras agrupaciones
que también estaban interesadas en el mismo edificio. El caso es que se puso en manos de
Felipe Lucio, Manuel Ceballos y Ramón García de los Salmones, aunque parece que todo el
peso de la negociación la llevó a cabo Felipe Lucio. Los propietarios se decantaron por Felipe
Lucio y la Falange.
El problema venía de cómo hacer frente al capital que había que invertir para adquirir
el edificio. La solución fue dividir el coste en acciones y que cada uno de los socios de la
Falange, 128 personas, comprara las acciones según sus posibilidades. De hecho, parece ser
que las acciones tenían un valor aproximado de 9.750 pesetas, aunque otros hablan de un
precio de 8000 pesetas. Así todo, en la prensa de la época se habla de que hubo que pagar
3.500.00 de pesetas, divididas en participaciones de 15.000 pesetas cada una. No sé si todos
los socios participaron, pero la gente comenta que, lo habitual era dos participaciones por
familia, y en ocasiones, a esas dos añadían una por cada hijo.
Problema resuelto, la Falange tenía una nueva sede y el edificio, desde 1980, comienza
una nueva vida social.
El edificio interiormente estaba en buenas condiciones, no hubo que hacer ninguna
reforma, pero si es cierto que hubo que proceder a sanear el tejado. Por otro lado, hubo que
proceder a pintar el exterior y hacer referencia al nombre de la sede. Si nos fijamos en el
lateral del edificio, que da a la vía del tren, aparece en letras mayúsculas “Falange E. de las
JONS”, con el escudo de la Falange, todo ello fue pintado por Manuel Ceballos, no olvidemos
que era delineante proyectista, que primero las diseñó en la oficina, luego las construyó a
escala y por último las plasmó en la pared. Y ahí permanecen.
Más adelante se hicieron otras obras como el poner protección en las ventanas, pues
en ocasiones entraban a robar rompiendo estas, así que se procedió a poner verjas de hierro
que recuerdan al yugo y las flechas, propias de la Falange. Pero prácticamente el interior de la
sede no cambió con respecto a cuándo fue sede del Casino aunque, es posible que la
decoración si cambiara.
La sede permanecía abierta todos los días, durante las horas habituales, estando al
cargo de la misma, quien se había hecho con el servicio de la cafetería. No sabemos si las
condiciones del contrato eran muy elevadas o si el rendimiento no era muy rentable, pero lo
que sí parece cierto es que, por unas razones u otras, fueron varios las personas que
estuvieron a su cargo el bar. De hecho, cuando hablas con personas que pertenecieron a la
Falange nos comentan que la concesión del bar estuvo en manos de varias personas. La
concesión del bar-hogar se solía realizar a primeros de año, cuando se reunía la Asamblea
General bajo la presidencia del Jefe Comarcal de la organización. Fueron varios quienes
corrieron con el cargo del bar, pero solo me han dado tres referencias: Guillermo Ojinaga, el
“Portugués”, y parece ser que la última persona que estuvo al frente del bar fue Reyes.
El enorme salón, tenía una mesa de billar ubicada a la izquierda según se entraba por
la puerta. Por otro lado había mesas donde la gente charlaba o jugaban a las cartas o el
dominó. También estaba el amplio escenario en el que, en ocasiones, se llevaban a cabo
actuaciones de tipo diferentes. También subiendo por la escalera de la derecha nos
encontrábamos con nuevas mesas para jugar la partida y ver las actuaciones.
La actividad de la Falange, como partido político, al igual que los demás, tenía como
objetivo, el transmitir sus ideales, conseguir el voto de los vecinos y gobernar o, al menos,
influir en el gobierno del pueblo. De ahí que en muchas ocasiones vinieran al pueblo personas
relevantes del partido de la provincia. Pero también, tenía otros objetivos, como era recordar a
los que de su ideología murieron en la guerra civil. Había otros objetivos menos políticos, como
era la celebración del homenaje a la Mujer Falangista, que solía llevarse a cabo todos los años
en los primeros días del mes de enero. Parece ser, que este tipo de homenaje se comenzó a
realizar en el año de 1977 y se mantuvo hasta que la sociedad desaparece. Solía llevarse a cabo
en la sede de la Falange y en ocasiones se realizaba en uno de los cines del pueblo,
preferentemente en el Cine Lido. Cuando la fiesta se llevaba en Sede se celebraban sorteos de
productos que habían donado los comercios del pueblo, se celebraba una cena, se cantaba, se
bailaba. En definitiva, el edificio ya estaba acostumbrado a estas celebraciones durante todo el
tiempo anterior, cuando estaba allí el Casino. Reunión de asociados, encuentros con amigos,
recuerdos de tiempos pasados y alegría.
Pero no todo era alegría y diversión, en la sede de la Falange se programaron otro tipo
de actividades como charlas, entrega de carnet a los nuevos afiliados, actividades teatrales. Así
a finales del mes de Diciembre de 1980 se lleva a cabo la “I Exposición de Jóvenes Artistas
Falangistas”. Este concurso de poesía no debió hacerse todos los años, pues en el año de 1999
se habla de la IV exposición. Igualmente, en febrero de 1983 con motivo de la conmemoración
del Día del Estudiante Nacionalsindicalista se darán dos conferencia, una de Lucía López
Quintanal en representación de las Juventudes, y otra del presidente provincial Pedro Valles
Gómez. En abril de 1987 se inicia el “I Concurso de Poesía” cuyo tema sería “La mujer en la
Falange”. En abril de 1996 en la sede de la Falange se escenificó la obra de teatro titulada “Un
cero a la izquierda” representada por el grupo teatral Jóvenes Actores de Ayer, provenientes
de Barruelo de Santullán. Por otro lado, no podemos olvidarnos de la publicación por Felipe
Lucio de la “Historia de la Falange corraliega” en el mes de julio de 1986. El año de 1999 hubo
una gran actividad en la sede. Así a primeros de enero se lleva a cabo la XXII edición del
homenaje a la Mujer Falangista, en el cine Lido, cosa habitual en aquellos momentos. Ya en la
sede se proyecta en varias ocasiones la película “Descubriendo a José Antonio Primo de
Rivera”.
El año de 1999 fue muy importante para la Falange, pues en abril, después distintas
valoraciones, se decide no presentarse a las elecciones municipales, abandonando las
cuestiones municipales en la que había estado en varias legislaturas, y pasar a centrarse en
mantener los recuerdos y las ideas que siempre defendieron, pero ya no desde la vertiente
política, sino social. Este fue el camino de la desaparición de la Falange.
Es posible que todo esto solo sea una pequeña muestra de las actividades llevadas a
cabo en la Sede, pero no he conseguido más referencias.
Son muchas las personas que jugaron un papel importante en la sede de la Falange,
desde el momento de la democratización, lo mismo que en los otros partidos que han existido
en el pueblo, pero ahora hablamos de la sede de la Falange, situada en la cercanía de la Avda.
José María de Quijano, por eso hacemos referencias a estas personas. Evidentemente hay que
citar a Felipe Lucio, corresponsal de prensa, escritor y conocedor de nuestro pueblo, y que
donó él o su familia, un importante legado cultural a disposición de todos en la Biblioteca
Municipal del Ayuntamiento. Qué decir de Manuel Ceballos, que llevó a cabo las gestiones de
la sede durante su funcionamiento y que actualmente recuerda muchos de los
acontecimientos que se produjeron en la evolución de la sede. No olvidarnos de Ramón García
de los Salmones, persona que gozó de gran prestigio en pueblo, de hecho durante tiempo fue
concejal de su partido en el Ayuntamiento. Nunca tuve un trato especial con él, pero siempre
recuerdo dos cosas que me llamaban la atención: una siempre estaba paseando con su señora
Socorro haciendo la “ruta” juntos, siempre dándose compañía; la otra, profundo defensor de
sus ideas, pero algunas cosas están por encima de las ideas: su pasión por el Barcelona; era
impresionante, verle como esa pasión le hacía romper las diferencias ideológicas con otros
vecinos, para unirse en el disfrute por el club de sus amores: el Barcelona. El practicante Peña,
que ocupó el cargo de Juez de Paz en el pueblo y jefe de la Falange; Mendicuchía persona que
fue concejal durante dos legislaturas, aunque con el tiempo estuvo otra legislatura pero ya no
en la Falange. Terio, persona que tuvo un cierto peso en la Falange de nuestro pueblo. Seguro
que hay más personas que jugaron un papel importante en la Falange. Y por cierto, siempre, a
su lado, estaban sus mujeres.
Poco a poco, como hemos señalado anteriormente, la influencia de la Falange en el
pueblo va perdiendo fuerza, dejan de tener presencia política, van a abandonando el hacer sus
actividades generales, la gente se va distanciando de la formación y hay un momento que la
sede cierra.
Cuando hemos estado hablando del edificio, tanto en la época del Casino como de la
Falange hacemos referencia a la existencia de una segunda planta. ¿A qué se dedicó esa
planta? Bien, antes de nada decir que, según algunas personas, más que una planta era algo
parecido a un desván. Así todo, durante un tiempo dicha zona fue habitada por una familia.
Esta familia estaba formada por los Pausada. Por razones que se me escapan, una vez muerto
Aurelio Pausada, su mujer, Alicia, uno de sus hijos y su familia se quedan sin casa y ante la
situación de precariedad, José Antonio Mazarrasa, amigo del difunto Aurelio, les dejó a familia
la posibilidad de quedarse en la planta superior del Casino. Y así lo hicieron, no sé muy bien
cuanto permanecieron en el lugar pero, las condiciones no fueron muy agradables hay que
pensar que no había cocina, tenían que bajar hacer la comida a la zona del bar y luego subir.
No parece que hubiera ducha, parece ser que solo había un baño. Con el tiempo las cosas
mejoraron y la familia, parece ser que consiguen adquirir una casa en la zona de la Aldea.
¿Qué nos encontramos ahora? La desaparición parte de cien años de nuestra
“historia”, que se inició en el año de 1920, y ahora vemos que ese edificio se ha convertido
algo totalmente abandonado, maltratado, pero que en su interior recuerda memorables
tiempos pasados. ¿No habría ninguna posibilidad de que este edificio pudiera volver a ocupar
un puesto relevante? ¿Nos imaginamos situado entre sus paredes el Archivo Fotográfico
Municipal? ¿El Museo de las Guerras Cántabras? Cualquier solución será buena, antes que tal
edificio sea destruido. Es una opinión.
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