Con el paso del tiempo, la fábrica decide desprenderse de la cooperativa, no tanto de la propiedad del edificio, como la explotación de la misma. Ahora los operarios no pertenecían a la fábrica y sino que estaban ligados exclusivamente a la empresa que se quedó con la explotación. Esta pasó a manos de la empresa Supermercados Valdés. De hecho, en abril de 1988 dicha empresa, que obtenido el control del economato de Quijano, hace una selección de 16 personas para acceder al trabajo en el mismo. La selección de dichas personas se llevó a cabo en el colegio de La Salle, a ésta se presentaron 450 jóvenes de la zona, de los cuales 37 pasaron la prueba. De aquí había que elegir a los 16 necesarios. Parece ser que la selección se hizo por sorteo. Todo el proceso estuvo bajo el control de la notaria Paula de Peralta Ortega y miembros del comité de empresa. Hay que indicar que de las 16 personas seleccionadas 12 fueron mujeres y 4 hombres. Precisamente en este año de 1988, en el programa de las fiestas de San Juan, aparece el primer anuncio de Supermercado Valdés, con el añadido de “Servicio de Economato a Trefilerías Quijano, S.A.” En este anuncio se indicaban los distintos lugares de la provincia donde existían comercios de dicha empresa.
Posiblemente, muchos estaban felices, habían conseguido trabajo, la cooperativa seguiría funcionando, con las consiguientes ventajas para los obreros de la fábrica de Trefilerías. Pero las cosas se fueron torciendo. Un año y unos meses más tarde, surgió un fuerte enfrentamiento entre la dirección de la nueva empresa y una parte de los obreros. En definitiva, estalló una fuerte huelga que se prolongó durante varios días que alteró la vida del pueblo, siendo durante un tiempo referencia en los periódicos provinciales.
¿Cuáles fueron las causas? Parece ser, que la empresa imponía una interminable jornada laboral, no había control horario y se les prohibía hablar en el trabajo sobre la huelga. Al menos eso es lo que decían los que apoyaron la huelga, 6 personas frente a 11 que no estaban de acuerdo. De hecho, sacaron en la prensa un documento con cinco puntos, que negaba todo lo anterior.
El asunto se fue complicando. Los huelguista, convencidos de su reclamación encontraron el apoyo del sindicato CC.OO y el Comité de Empresa de Trefilería Quijano, estos últimos consideraban que el gerente del supermercado no estaba cumpliendo el compromiso de bajar el precio de los productos a los obreros de la fábrica. No había solución, los partidarios de la huelga comenzaron a incrementar la presión con el acoso a los no huelguistas, la quema de neumáticos, el aislamiento en la fábrica, e incluso la participación de un grupo de taladores que en aquellos momentos estaban en el pueblo, a favor de los huelguistas. ¿Resultado? Radicalización, llegada de la Guardia Civil, que trata de controlar la situación; en una ocasión las Fuerzas de Seguridad se vieron obligaos a trasladar a los intervinientes de ambos lados al cuartel; igualmente hay una intervención del Comité de Comerciantes que exige que se acabe con la huelga y que ellos estarían dispuestos a actuar de mediadores de ambas partes. Asistimos, igualmente, a la judicialización del proceso, parece ser que se detectó que la empresa había cosas que no cumplía, como el horario laboral. Por otro lado, el gerente del Supermercado denunció la actuación de los huelguistas.
Las consecuencias de la huelga y su traslado a los juzgados va a afectar a ambas partes. Así los 4 personas pertenecientes al Comité de Empresa de Trefilerías Quijano junto con 6 empleados de Almacenes Valdés fueron condenados a 5 meses de arresto mayor, así como a una multa de 100.000 pesetas cada uno; otro trabajador fue condenado a 4 meses y un día de arresto mayor y 100.000 pesetas; otros 2 obreros fueron absueltos.
Por otro lado la empresa, también debió de sufrir las consecuencias de los problemas originados por la huelga y algunas de las cosas que se habían firmado. El Supermercado Valdés sufre un fuerte parón en su actividad económica. De hecho, a principio de marzo de 1992, sale en la prensa la información de que la firma Beta se hace con el control de los Supermercados Valdés, con excepción del que está establecido en el pueblo de Los Corrales.
Tenemos claro cuando el Supermercado Valdés entró en Los Corrales, de hecho la información que sale en el periódico data del año 1988. También en ese mismo año, en el programa de las Fiestas de San Juan, se introduce un anuncio del Supermercado Valdés con una foto del exterior, en el que ya se ha realizado la reforma del acceso al interior. Además, se indican los supermercados de la empresa que se encuentran en Santander capital y en otros pueblos como Astillero y Maliaño. En el año de 1992, cuando ya ha salido en la prensa la adquisición por parte de Beta de los comercios de Valdés, el programa de las Fiestas de San Juan, sigue incluyendo el anuncio de Supermercados Manuel Valdés con la inclusión de los que posee en la ciudad de Santander exclusivamente y el de Los Corrales manteniendo la referencia a “Servicio de Economato a Trefilerías Quijano, S.A.”. En los años de 1993, 1994 y 1995 en el programa de la Fiestas de San Juan se mantiene el anuncio de Supermercados Manuel Valdés con la referencia a “Servicio de Economato a Trefilerías Quijano, S.A.” pero ya solo con referencia a Los Corrales. A partir de aquí en ningún otro año vuelve a aparecer el anunció de Supermercados Valdés en el pregón de las fiestas del pueblo.
Por tanto, podemos deducir que en ese momento, es cuando el Supermercado Manuel Valdés desapareció del pueblo. En definitiva, 8 años de actividad que va a poner fin a un economato que había comenzado a andar al inicio del siglo XX y que no llegó a ver el siglo XXI.
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