Los Reyes Magos se han adelantado en la calle Numancia de Los Corrales de Buelna, trayendo a sus vecinos algo que venían pidiendo desde hace una década, tranquilidad, sosiego ante las inclemencias del tiempo. Durante ese tiempo han vivido acosados por una veintena de chopos podridos que hacían fila en la calle amenazando sus viviendas, sus vehículos y a los viandantes. Esta semana la larga pesadilla terminó. La mañana del jueves se levantaron comprobando como una empresa especializada talaba esos chopos, que caían a la par que las lágrimas de una vecina que, inmediatamente, salió a la calle para agradecer la actuación. Ella, como otros vecinos, ya había sufrido los destrozos de los cuatro chopos que han caído sobre sus viviendas, las vallas de sus casas o sus coches, además de grandes ramas que también han causado daños en ese entorno.
Con el tiempo las rachas de viento que eran necesarias para tirar uno de esos árboles iban en descenso en cuanto a su intensidad. El último hace apenas un mes, sin daños, por suerte. El propietario de la finca había vuelto a pedir licencia para su tala recientemente y esta vez se concedió por parte de un Ayuntamiento que reconocía el peligro para las personas y propiedades de chopos huecos o podridos, o ambas cosas.
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