cuando a la luz de la Luna
yo te robé un beso de tus labios
al dulce cobijo de un naranjo.
Me miraste con sorpresa
turbándose tus mejillas
retrocediste unos pasos
te recostaste sobre un árbol.
Pude ver en tu mirada
un destello de alegría
una invitación al placer
de dos adolescentes uniéndose
en el cálido abrazo del amor.
Temblando en el deseo palpé tus labios
al adentrarme tus ojos se inundaron
del inmenso brillo del amor.
Me perdí en tu mirada hechizante
sintiendo tu cálido aliento
en mi imberbe rostro adolescente.
¡Eres tan hermosa! Exclamé.
Sintiendo que algo latía intensamente en mi ser.
Luego nuestros labios se unieron
en esa postrer complicidad
que dejó en mi recuerdos
el imborrable sabor de todo tu ser.
El verano se tornó otoño
Un tren partió en la noche
y quedé solo en el andén
de la solitaria estación.
Ha pasado ya mucho tiempo
Me observo en el espejo veo un rostro
poblado por infinitas huellas.
Las que el tiempo en su paso
marca en el alma.
Mas mis labios aún conservan
el dulce sabor de tus labios.
La huella de nuestra temprana juventud
y en las pupilas de mis ojos
aún se refleja sonriente ...
… el brillo de tú amor.
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