Julián tuvo terneros que compraba, criaba y vendía, y vuelta a comenzar. Dado que Julián tenía la tienda y la bolera, los becerros estaban en la parte de atrás de la casa, al lado de la huerta de Ricardo. De hecho, Ricardo le dio en alquiler un trozo de terreno que, junto a la acera de la casa de Julián, le permitió tener allí la cuadra, donde estaban los terneros.
Julián siguió criando terneros, pero ya fuera del barrio. La cuadra volvió a ser la acera de parte atrás de la casa y el terreno de Ricardo, pasó nuevamente a su dueño, volvió a ser zona de cultivo.
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