Conocida por los vecinos como Carmina, hija de Teresa y Jesús, y por tanto mi hermana. Terminados los estudios en las Monjas, decide no continuar estudiando e iniciarse en el mundo del trabajo. Por ello, eligió la costura como oficio. Es cierto que en las Monjas ya se impartían clases de costura, pero decide profundizar en su conocimiento, asistiendo al taller de costura que imparte Martina, en La Aldea. Martina era una institución en el mundo de la costura en el pueblo, y allí acudió mi hermana Carmina, adquiriendo unos conocimientos, que posteriormente le sirvieron para comenzar a trabajar en la Sastrería Infante. Ésta estaba situada en la actual plaza de la Constitución, al lado de antiguo Ayuntamiento, en un edificio totalmente desaparecido.
Más adelante, Carmina siguió trabajando en la costura en casa, bien con fines de obtener un dinero, pero la mayoría de las veces de manera altruista relacionadas con la Asociación de “Los Papis” o las Guerras Cántabras o, como otras personas del pueblo, cuando de manera voluntaria, se dedicaron durante la pandemia del 2020 a fabricar mascarillas.
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